El pantano de la Aceña, con una capacidad de 24 hm3 está situado en la provincia de Ávila, al lado del pueblo de Peguerinos y muy cerca de la frontera con la Comunidad de Madrid.
Sirve de abastecimiento de agua potable a los pueblos de la zona, además de existir un transvase a través de un túnel que hace llegar sus aguas al embalse de La Jarosa cuando es necesario.
Sus aguas reposan a 1.350m de altitud, lo que lo convierte en un pantano muy frio. Sus orillas son por lo general suaves, no encontrando gran profundidad cerca de ellas. Sus formas son angulosas, teniendo cuatro reculas muy marcadas en las que desembocan diversos arroyos.
Este escenario es de una extraordinaria belleza, rodeado de un bosque de pinos alternado de matorrales bajos nos hará liberarnos de cualquier estrés que podamos tener.
Al tratarse de un AREC (Aguas en régimen Especial Controlado) se permite la pesca incluyendo la modalidad con muerte exceptuando los lunes y jueves que son días sin muerte. El cupo es de dos truchas con talla mínima de 25 cm desde el tercer sábado de marzo hasta el 15 de julio. Desde ese día hasta el 15 de octubre se podrá pescar todos los días utilizando exclusivamente anzuelos sin muerte y sin extracción de truchas autóctonas. El uso de lombriz solo está permitido los martes, miércoles y viernes. Dado que la población de truchas es actualmente muy reducida en el entorno, recomendamos encarecidamente su devolución al medio para permitir su proliferación.
En los días con muerte, deberemos sacar el correspondiente pase gratuito en la web de la junta (https://servicios.jcyl.es/cope/pagina-principal.action). Una vez alcanzado el cupo de trucha común, la acción de pescar deberá practicarse en la modalidad de pesca sin muerte. La cantidad de pases de control diarios en este AREC es de 68 asientos.
Antiguamente era un gran sitio para la pesca de la trucha común, no obstante, su presencia fue disminuyendo radicalmente, aunque en los últimos tiempos parece haber recuperado un poco su población, pudiendo obtener alguna captura esporádica. Tal vez la mejor zona para intentarlo sea la zona más cercana a la presa o en la desembocadura de alguno de los arroyos.
Las carpas y los barbos campan a sus anchas, ya que al ser zona truchera existen las limitaciones de cebos, cañas, etc, que complican su captura. Una opción muy loable es tratar de capturarlas a mosca seca con cola de rata, utilizando imitaciones de insectos de tipo hormiga alada, avispa, etc.
Hay una clara población de blackbass, aunque al tratarse de un entorno tan frío no suelen tener un gran tamaño, y solo estarán realmente activos en los meses más calurosos.
Como pez pasto veremos a las percasoles, algunas tan grandes que hasta nos entraran a cucharilla. También sirve de alimento el cangrejo rojo presente en todo el pantano.
Hay un carreterin que nos permitirá llegar a casi cualquier punto del pantano, sin embargo, está cortado desde la recula este donde desemboca el Arroyo de Navalacuerda, hasta la presa.
El pantano del Pontón Alto está ubicado en la provincia de Segovia, cerca de la capital. Tiene una capacidad de 7 hm3 y posee 12 kilómetros de suaves orillas a su alrededor. Encontraremos un aparcamiento grande cerca de la presa, desde el cual podremos dirigirnos a la orilla que más nos convenga.
Al tratarse de un AREC (Aguas en régimen Especial Controlado) se permite la pesca incluyendo la modalidad con muerte exceptuando lunes y jueves que son días sin muerte. El cupo es de dos truchas con talla mínima de 21cm desde el tercer sábado de marzo hasta el 30 de junio. Desde ese día hasta el 15 de octubre se podrá pescar utilizando exclusivamente anzuelos sin muerte y sin extracción de especies autóctonas.
En los días con muerte, una vez alcanzado el cupo de trucha común, la acción de pescar deberá practicarse en la modalidad de pesca sin muerte.
Al ser aguas trucheras, recogiéndonos a su normativa solo se puede utilizar una caña y tiene las limitaciones de cebos habituales en este tipo de masa (mejor consultar orden de vedas).
En estas aguas podremos pescar carpas y barbos en abundancia, también es posible pescar las anteriormente mencionadas truchas, aunque su población es bastante exigua. En las épocas proclives para ello también encontraremos bogas. Como pez pasto encontraremos gobios y percasoles.
A pesar de su cercanía con la capital de provincia tiene una presión de pesca moderada, lo que nos permitirá conseguir buenas capturas si los peces se animan. Para la pesca de ciprínidos todo el perímetro del AREC es adecuado.
En la orilla izquierda aguas abajo, si vamos en dirección al puente de la CL-601, encontraremos primero suaves orillas con reculas de agua remansada que luego irán dando paso a zonas de mayor profundidad cerca del puente.
Si vamos en busca de truchas, la zona más adecuada es la zona norte del pantano, especialmente las desembocaduras de los arroyos de San Bartolomé y del Arroyo de la Toya. En este último debemos tener cuidado pues desde el mismo hacia el este ya no es AREC, si no que está vedado, pudiendo pescar por tanto solo en la orilla oeste de su desembocadura.
Entre los dos arroyos mencionados anteriormente, existe un saliente de tierra que se adentra en el agua a modo de península. Hemos de advertir, que a pesar de que el baño no está permitido en este pantano, la gente se baña y concretamente este saliente es zona nudista.
En la cola del pantano desemboca el Río Cambrones, conocido por albergar una buena población de truchas, pero esta zona esta dentro de la zona vedada por lo que no podremos pescar aquí.
El Embalse de los Peñascales con menos de 1hm3 de capacidad está ubicado en la Comunidad de Madrid, dentro del término municipal de Torrelodones.
Antes de nada, hay que advertir que tanto la caza como la pesca están prohibidas en Torrelodones, por tanto, a pesar de que el embalse esté considerado como aguas libres pueden multarnos por ejercer una actividad prohibida en la ordenanza municipal (1.400€ de multa). Dicho esto, también hay que decir que no es lo mismo pescar con una caña de spinning ligera, a llevar todo el equipamiento de carpista y una tienda de campaña como hemos llegado a ver. En el primer caso podremos pasar más desapercibidos, en el segundo difícilmente nos libraremos de una multa.
A pesar de que sus orillas son algo escarpadas, podremos transitar de manera más o menos fácil a su alrededor gracias a lossenderos que lo circundan.
La principal especie que puede acercarnos hasta esta masa de agua es la carpa, que ha encontrado en estas remansadas aguas un buen sitio donde prosperar. Es conocida la existencia una población de blackbass desde hace mucho, no obstante, hoy en día si pensamos en ir a por ellos solo encontraremos ejemplares mini talla. No ocurre así con el lucio, que, aunque parece llevar menos tiempo por estos parajes los hay de un tamaño considerable y han conseguido adaptarse bien al entorno. Como pez pasto encontraremos al percasol.
La orilla izquierda aguas abajo nos brinda espacios más amplios para pescar al lance, no así la orilla derecha en la que encontraremos bastante maleza y tal vez sea más adecuada para el carpfishing.
Finalmente, en la cola encontraremos pequeños recovecos en los que tentar con pequeños vinilos o cucharillas entre las ramas. El agua está casi siempre muy remansada, por lo que veremos multitud de insectos flotando en superficie.
El embalse de Zamanes, perteneciente a la provincia de Pontevedra, tiene una capacidad de 2,2 hm3. En el desemboca el Río Vilaza también conocido como río Amial. Hasta la construcción del Encoró del Eirás, era el único sistema de abastecimiento de agua potable para la ciudad de Vigo.
Sus aguas son muy limpias, como suele ocurrir en estas latitudes, se encuentra rodeado de un frondoso bosque que nos obligará al uso del vadeador en caso de que esté a tope de agua, aunque por suerte o por desgracia esto no es muy habitual.
Está permitido pescar en él todo el año. Sobre peces, encontraremos truchas comunes (que solo podremos extraer en época truchera respetando el cupo y talla), blackbass, percasoles y su más recién llegado invitado las carpas.
Si nos hallamos en la búsqueda de truchas comunes, las mejores zonas para probarlo son los alrededores de la presa en ambas orillas y la desembocadura del Río Amial. Además de la recula donde entra dicho río, existen otras dos reculas (norte y sur) donde tal vez nos sea más fructífera la búsqueda de carpas y blackbasses, no obstante, según su actividad podrán estar en cualquier punto del pantano.
A pesar de tener un hermoso entorno que merece la pena visitar, hay que tener en cuenta que su proximidad a la ciudad de Vigo lo somete a una gran presión de pesca, siendo un pantano donde es muy difícil obtener capturas.
Como consejo (aplicable también a otros pantanos), si las condiciones lo permiten a introducir a ras de agua un pequeño señuelo por debajo de las ramas de la orilla puede deparar agradables sorpresas.
En Segovia ciudad, dentro del parque Nueva Segovia, encontraremos un pequeño lago llamado Lago Alonso.
Es una antigua cantera inundada por la lluvia la cual gracias a que también recibe aportes de manantiales, tiene agua durante todo el año.
Cuentan los lugareños que en este sitio se llegaron a pescar enormes truchas; sea cierto o no, la realidad hoy en día es bastante diferente.
Al acercamos a este lugar, nos daremos cuenta de que, a pesar de algunos intentos por parte de la Administración de recuperar el entorno, está muy descuidado. Las aguas están muy lejos de estar limpias y en sus profundidades reposan todo tipo de objetos (carros de la compra, colchones, muebles…). Además, suele estar frecuentado por gente variopinta, y aunque parece que no ha habido conflictos, puede que no sea el ambiente más propicio para el ejercicio de nuestro deporte.
Si a pesar de lo anterior, decidimos probar a echar un rato aquí por proximidad o curiosidad, debemos saber que en sus aguas sobreviven milagrosamente carpas y blackbass, y probablemente también algún percasol.
Los blackbass son pequeños por lo general, por lo que se pueden pescar con pequeños vinilos o cucharillas del 1 o 2; las carpas en cambio pueden llegar a pesar varios kg, aunque tampoco esperemos batir el récord de España.
Un dato importante a tener en cuenta es que, hay algunos peces afectados por un tipo de bacteria, que nos puede causar serios problemas cutáneos. Se recomienda por tanto notocar directamente ningún pez con las manos y utilizar guantes o algún plástico para protegernos, además de limpiarnos con gel hidroalcohólico al acabar la actividad.
Hermoso pantano de 7,2 hm³ en plena sierra de Madrid, cercano al pueblo de Guadarrama.
El Embalse de La Jarosa era uno de los tres cotos de truchas arcoíris que continuaban en activo en la Comunidad de Madrid. Se realizaban sueltas aproximadamente cada tres semanas en la entrada de los diferentes arroyos; no obstante, en esta temporada (2024) ha cambiado el modelo de gestión. Debido a las trabas legislativas de la Comunidad de Madrid -por las cuales se limita enormemente la cantidad de truchas que se pueden soltar- sumado al alza de precios de las sueltas, el modelo ejecutado hasta ahora ha terminado no siendo viable. Una vez más, nos preguntamos en qué destina La Comunidad el dinero de nuestras licencias y pases de pesca, ya que, hasta donde sabemos, no se están realizando repoblaciones de especies autóctonas ni apoyando a las asociaciones de pescadores en ningún sitio. El día en el que no quede una sola trucha en la provincia, tal vez alguien se lleve las manos a la cabeza (o tal vez ni así).
Las truchas se enfrentaban a un acérrimo enemigo en este embalse: el lucio. Este alcanza grandes tamaños gracias a su perfecta adaptación al medio y a la constante vía de alimento de las sueltas. Es bien sabido que en sus aguas los hay que arrojan dos cifras en la báscula, pero cuenta la leyenda que un día apareció muerto en la orilla uno de más de 20 kilos. ¿Quién dice que no habrá otro?
La pesca se veía muy polarizada entre estas dos especies, diferenciando rápidamente a los pescadores de unos y otros por el tamaño de los señuelos. En el caso de la trucha, esta picará a moscas, ninfas, streamers, lombrices, pequeños vinilos, cucharillas, imitaciones de huevas… Mientras que para los lucios, deberemos irnos a cosas más grandes: los swimmbaitsde hasta 200 g son usados aquí, aunque si queremos capturar uno de ellos probablemente nos baste con utilizar vinilos grandes, spinners o cucharillas del 4 o más.
Es sabido que los esócidos reposan por lo general en las inmediaciones de la presa, donde encuentran más profundidad y orillas con cortados, pero, según se acerca la freza y los meses de calor, van desplazándose y haciendo incursiones hacia el resto del pantano en busca de alimento. A veces, este proceso se adelanta puntualmente tras la realización de una suelta, donde no es raro ver a grandes lucios persiguiendo e incluso atacando a las truchas.
El nuevo modelo de gestión se orienta hacia la pesca de otras especies presentes en la masa de agua, como son la carpa, el lucio y -en menor medida- la tenca y el barbo. Se ha realizado una modificación en la orden de vedas para que sea posible pescar con dos cañas a pesar de continuar considerándose zona truchera. Asimismo, se han realizado una serie de modificaciones para adaptarse al nuevo tipo de pesca promovido:
Cebos: solo se permiten como cebos de anzuelo los boilies naturales, maíz, lombriz de tierra y cebos artificiales (pop up, maíz artificial, mosca, streamers, etc.). Está prohibido el uso de pellets, boilies solubles, líquidos, dips, engodos, chufas, etc.
Otras regulaciones:obligatoria la pesca al “hair” (anzuelo desnudo). No se permite el uso de sacos de retención.
Las carpas en La Jarosa alcanzan grandes tamaños, pero, al ser zona truchera, no se pueden hacer cebaderos. Esto hace que no sea tarea fácil pescarlas, aunque, si lo conseguimos, difícilmente podremos olvidar ese gran momento.
El cangrejo rojo tiene bastante presencia en el pantano: en verano lo veremos fácilmente por las orillas y, si no conseguimos pescar, tal vez nos podamos consolar cogiendo unos pocos para cocinarlos en salsa de tomate -teniendo en cuenta que la veda del cangrejo se abre el 1 de junio-.
El coto está gestionado por “La Asociación de Pescadores la Jarosa”, cuya web es https://pescalajarosa.es/ En esta web, podremos solicitar nuestro pase diario online, cuyo precio actual ronda los 8 €. Existen permisos de precio reducido para menores de edad, jubilados, personas con discapacidad y ribereños. Se han confeccionado tutoriales para guiarnos si lo necesitamos a la hora de sacar el permiso; se pueden visualizar en el siguiente enlace: https://pescalajarosa.es/tutoriales/
El recinto está, por tanto, controlado por guardias de la asociación, que además de revisar que los pescadores tengan su permiso, mantienen el lugar en un perfecto estado, y no dudarán en ayudarnos y aconsejarnos para que podamos disfrutar de nuestro día de pesca.
Los días hábiles para la pesca son L, X, J, V, S y D, estando el martes vedado y siendo el miércoles exclusivo de pesca sin muerte. Existe, además, una zona sin muerte permanente, que va desde el muro de refuerzo (cerca del cual no se puede pescar) hasta el primer arroyo. En el resto del perímetro podremos practicar pesca con o sin muerte, habiendo sido las zonas más fructíferas para truchas los cuatro arroyos que entran al embalse, especialmente el tercero, y -en las épocas de mayor calor- el cuarto, pues es el único que mantiene un flujo de agua en verano aportando oxigenación, alimento y mejor temperatura al agua gracias a un trasvase en túnel desde el Pantano de la Aceña.
Hay una pequeña carretera que bordea el pantano por la que podremos llegar cómodamente a las zonas de los arroyos; no obstante, está prohibido aparcar a los lados de esta y si lo hacemos podremos afrontar una multa de 400 €. Es por ello que se recomienda usar los diferentes parkings que hay habilitados.
Por último, como curiosidad, en su entorno podemos ver los restos de la espadaña de la Ermita de San Macario perteneciente al antiguo asentamiento del Berrueco de la Herrería. Dicho asentamiento, cuya antigüedad data al menos del siglo XIII, fue abandonado en el siglo XVII sin que hayan trascendido las causas, y ahora descansa junto a una tejera (fabrica de tejas y ladrillos) en las profundidades del pantano. En épocas de estío es posible ver restos de los muros pertenecientes al poblado.
Estamos ante el embalse más grande de la Comunidad de Madrid, no en vano se ha ganado el sobrenombre de “El mar de Madrid” con 426 hm3 de capacidad. Tiene una imponente presa de 134 m de altura desde cimientos que recibe las aguas del rio Lozoya y alberga casi la mitad de agua embalsada de la región.
Es conocido por los pescadores por ser un embalse difícil donde las capturas pueden llegar a ser complicadas, no obstante, cada una de ellas nos dará una gran satisfacción. Si queremos ir a pescar a este hermoso lugar –declarado de aguas libres-, debemos saber que sus orillas y rincones tienen en general un acceso complicado, y en muchos casos deberemos caminar veinte o treinta minutos hasta llegar al agua desde donde podemos dejar el coche. Es por ello por lo que conviene ir ligero, sin mucho material. El vadeador no es necesario en la mayor parte pantano.
Esto, que en principio es un inconveniente, también puede ser algo positivo, pues en no muchos lugares encontraremos tantas reculas y escondrijos donde nadie a buen seguro nadie ha puesto un pie en varias semanas.
Está prohibida la circulación de vehículos en los caminos entre Cervera de Buitrago y el pueblo del Atazar, en este último hay incluso una cámara instalada para leer las matrículas. Tampoco podremos aparcar en el restaurante “El Picachuelo” salvo que seamos clientes, bajo el riesgo de encontrarnos una desagradable sorpresa en el parabrisas.
La zona cercana a El Berrueco es la más accesible, pero en los meses de verano encontraremos muchos bañistas (a pesar de ser una actividad prohibida en este pantano).
Las especies más abundantes son el alburno y el barbo, a los que veremos sin mucha dificultad patrullando las orillas. Este último, es pescado muy habitualmente con pan a flote o con diferentes cebos a fondo. Otros peces que disfrutan de este mar de interior son; el lucio, el blackbass, la trucha común, la carpa común, la carpa royal, el carpín, la boga, el gobio y la percasol.
Particularmente, creo que este lugar, además de poseer una enorme belleza tiene algo mágico que nos devuelve a la pesca más pura en soledad, pudiendo descubrir por nosotros mismos rincones increíbles donde obtener trofeos inolvidables. Los ejemplares que habitan en sus aguas son a veces un misterio, pues con tanta agua y lugares donde esconderse podría haber auténticos colosos escondidos.
Sobre zonas, a los depredadores tendremos que buscarlos en las reculas y cortados, la entrada del río de la puebla es un buen sitio donde tentarlos. En cuanto a los ciprínidos, podremos hacer un cebadero en cualquier zona de playa que dará buenos resultados, no hace falta buscar mucha profundidad pues a veces pasean a dos metros de la orilla.
Pequeño embalse urbano, situado en la urbanización de Parquelagos y cerca de Galapagar. Se puede pescar a lo largo de todo su perímetro siendo además zona libre de pesca, con lo que solo será necesario contar con nuestra licencia de pescador.
Las dos orillas cerca de la presa son buenos sitios para tentar a las diferentes especies que aquí se hayan; no obstante, nos resultará muy cómoda la pesca desde la orilla en la que encontraremos un merendero y una especie de espigón, ya que tendremos una profundidad aceptable (sabiendo que el máximo de este embalse es de aproximadamente 3 m) y podremos pescar sin necesidad de vadeador ni mucho aparataje. Otra ventaja es que podemos dejar el coche aparcado relativamente cerca en la Avenida Sicilia por si queremos dejar allí nuestras cañas y señuelos de repuesto.
Hay que tener cuidado, eso sí, con la gente que está paseando por la zona para evitar cualquier percance.
¿Qué especies encontraremos en esta masa de agua? Pues aquí podremos disfrutar de la pesca de blackbass, carpa royal, carpa común, lucio y percasol.
En la zona de la “cola” del pantano nos encontraremos un terreno algo más salvaje con un pequeño sendero por el que podremos recorrer toda la orilla, si bien la frondosa vegetación nos hará más complicado movernos y tal vez sea una zona más adecuada para llevar el vadeador.
Como en muchos otros lugares, también tenemos la presencia de nuestro amigo el cangrejo rojo americano, que se dejará ver en los meses de calor, y que contribuye a alimentar a los grandes peces que, a pesar de su reducido tamaño, contiene este lugar.
Usualmente podremos ver muchos pescadores de carpas, y eso tiene una razón: se dice que en sus aguas habitan algunas carpas de un tamaño descomunal.
Tratándose de un pequeño embalse, al que puede afectar la presión de pesca, y siendo además urbano cuyas aguas no deben ser las más limpias de contaminantes, se recomienda encarecidamente devolver las capturas para que todos podamos seguir disfrutando de este pequeño oasis.
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