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Embalse de Frieira

El Encoro de Frieira, con una capacidad máxima de 44 hm3, continúa domando las aguas del Río Miño una vez estas han pasado anteriormente por el Encoro (o embalse) de Castrelo de Miño, en un recorrido serpenteante de más de veinte kilómetros. A efectos de pesca, la cola del embalse se sitúa 2,5 km aguas abajo del muro de la presa de Castrelo de Miño, es decir, en la confluencia del Río Avia con el propio Miño. Se consideran aguas libres, de manera que solo necesitamos nuestra licencia comunitaria para pescar.

La masa de agua que abarca es inmensa

La pesca de la trucha está autorizada por norma general del 17 de marzo al 31 de julio; no obstante, siempre es recomendable revisar la orden de vedas anualmente por si hubiese alguna modificación. Dado que esta masa de agua está regulada por el anexo VIII de la orden de vedas, la talla mínima (año 2024) es de 23 cm y el cupo máximo de 3 ejemplares por persona y día. Así mismo, se permite la pesca de ciprínidos y blackbass durante todo el año.

Ejemplar de trucha capturado con cucharilla negra con puntos amarillos del número 3

El Miño no suele decepcionar a los pescadores de trucha y, aunque hay que buscarlas y engañarlas -como siempre-, podemos tener algunas jornadas muy divertidas. Es difícil indicar zonas o profundidades en un área tan extensa en la que se alternan zonas de rocas, con fondos arenosos, en otro tanto, herbáceos y hasta tramos un poco más urbanos. Cada uno tendrá que recorrer aquí su camino para encontrar el tipo de posturas que más le interesen en función de su estilo de pesca, pero si no queremos complicarnos en exceso, la zona de Ribadavia ofrece orillas accesibles en ambos márgenes.

En la zona de Ribadavia confluye El Miño con el Río Avia, siendo un lugar bastante destacado por su fácil acceso

La anchura del río varía entre los 100 m hasta los más de 300, lo que hace factible tanto pescar al lance barriendo zonas enormes de agua, como empecinarnos en inspeccionar réculas y venas con la cola de rata.

El río es navegable con motor de explosión, con rampas y pantalanes en Arnoia y Cortegada. En Ribadavia hay una rampa para embarcaciones, pero no tiene pantalán. Mejor consultar la normativa al respecto.

Si no hay lluvia ni viento, el agua fluirá muy lentamente pudiendo detectar las cebadas

Si queremos pescar ciprínidos, podemos usar un máximo de 2 anzuelos por caña, los cebos naturales autorizados son: todos los cebos naturales, excepto todo tipo de huevas de peces y el pez natural.

El cebado se puede realizar con cebos vegetales o piensos. No se puede utilizar Asticot salvo en la práctica de campeonatos que así lo hayan autorizado.

Situarse cerca de regatos y escorrentías suele dar buenos resultados

En cambio, si lo que buscamos son basses (denominada Perca Americana en la orden de vedas) fuera de la temporada hábil de salmónidos, se pueden emplear streamers, cebos de superficie (comúnmente conocidos como poppers y plugs) y cebos de materiales plásticos o semejantes (comúnmente conocidos como «vinilos»), queda prohibido el empleo de peces artificiales y cucharillas durante este periodo.

Además de la trucha, la carpa y el blackbass, hay tencas; aunque poco abundantes, y escalos (un tipo de ciprínido muy común en Galicia). Como pez pasto está el perpetuo gobio, y también sirve de alimento el cangrejo rojo americano.

Los días soleados son una maravilla, pero estando en Galicia hay que tener un poco de suerte

En este embale habitan anguilas, cuya pesca está totalmente prohibida y la devolución de capturas accidentales es obligatoria. En el trozo de río justo aguas abajo de la presa, existe un coto salmonero, del que esperamos poder hacer otra entrada en un futuro.

Al Miño llegan pequeños afluentes como el de la foto (Río do Outeiro) de gran belleza y con población piscícola. Estos afluentes están casi en su totalidad vedados, por lo que aunque es buena idea situarse en su desembocadura, no lo es tanto adentrarse en ellos

Como curiosidad, en la zona hay ejemplares del desmán de los Pirineos y también de nutrias y visones.

Lago Butarque

Situado al norte de Leganés, encontramos el Parque Lineal Arroyo Butarque; y dentro de este, el Lago Butarque ejerciendo de corazón del mismo. Embalsa las aguas del Arroyo de la Canaleja o Butarque después de nacer en el término de Boadilla del Monte y haber pasado por Alcorcón y el barrio de La Fortuna.

Arroyo de la Canaleja o Butarque

Unos kilómetros aguas abajo, el arroyo queda canalizado para acabar vertiendo sus aguas en el Río Manzanares.

Foto desde el muro de la presa

Aunque el entorno del lago en sí es bonito e invita a pasear o montar en bici, está rodeado de carreteras y polígonos. Esto, sumado a que como ya hemos comentado el agua pasa por diferentes zonas urbanas hasta llegar aquí, hace que encontremos unas aguas en un estado por lo general poco higiénico, estando siempre tupidas y encontrando multitud de deshechos plásticos en las orillas y en el cauce del arroyo.

El lago está rodeado de un carril bici y la gente pasea por sus alrededores

La modalidad de pesca es de captura y suelta, siendo necesario tan solo tener nuestra licencia de pesca en vigor para poder hacerlo. Antiguamente esto era un coto gestionado por una sociedad de pescadores y era necesario sacar un permiso diario, pero a raíz de unas mortandades debidas a varios vertidos en las que murieron miles de peces, fue dejando de estar gestionado por la sociedad.

Las especies presentes son fundamentalmente la carpa y la percasol. En momentos puntuales se capturaban algunos blackbass pero esto ya no ocurre hoy en día.

Puesto de pesca

Hay diferentes puestos adecuados para la pesca alrededor de la masa de agua, donde podremos colocar sin problema nuestras cañas. La espadaña abunda en las orillas especialmente en la cola del lago.

Abundante espadaña en la cola

Los ejemplares de carpa presentes no suelen superar los 5kg, siendo un sitio ideal para probar nuevos aparejos, técnicas, enseñar a niños o simplemente matar el gusanillo. La presión de pesca es enorme, de manera que deberemos tener paciencia para conseguir engañar a los ejemplares que fundamentalmente se capturan pescando a fondo. Este último punto dará un toque de complejidad, porque el agua está plagada de cangrejos rojos americanos que tocaran constantemente nuestros cebos provocando falsas picadas.

Respecto a profundidad, tendremos desde apenas unos centímetros en la desembocadura del arroyo, hasta dos metros y medio en la zona de la presa.

Hoy por hoy dista de ser la maravilla que fue en su día, no obstante, sigue siendo un lugar interesante para matar el gusanillo si vivimos en las proximidades.

Como tarea pendiente, el cauce del arroyo debería ser limpiado con mayor frecuencia:

Suciedad acumulada

AREC DEL MOLINO DE LA VILLA

Molino en estado ruinoso que da nombre al AREC

En esta ocasión, desgraciadamente, nos toca hacer una entrada bastante más critica de lo habitual, y con más miras a hacer visible y denunciar la situación del Río Moros que a ofrecer un nuevo sitio donde pescar. Ya adelantábamos en la entrada del embalse de los Ángeles de San Rafael (https://pescaenespana.com/2022/09/18/embalse-de-los-angeles-de-san-rafael/), que lo del Río Moros daba para otra entrada bien larga, y no os estábamos engañando.

Si tuviéramos que resumir en un mapa el estado del Río Moros, este sería un buen ejemplo

Para ponernos en antecedentes, hemos de tener en cuenta que el Río Moros era, hace muchas décadas, uno de los mejores ríos trucheros de España, como si estuviéramos hablando hoy en día del Alto Tormes, el Órbigo, el Porma, el Cares, el Sella o cualquiera de esos míticos lugares a los que hoy en día los pescadores hacen viajes de cientos de kilómetros para estar unas horas en sus aguas.

Zona del puente de la SG-A-7225

El AREC del Molino de la Villa, considerado como “Aguas Trucheras”, se sitúa en la provincia de Segovia, pasa cerca de las poblaciones de El Espinar y La Estación, las cuales pertenecen al mismo término municipal. Su longitud es de unos 5,30 km, siendo su límite superior la Confluencia con el arroyo Bollos mientras que el límite inferior se sitúa en el Puente antiguo de la Ctra El Espinar-Segovia. Su período habitual de pesca comprende del 20 de marzo al 30 de junio, siendo sin muerte los lunes y jueves, y con muerte el resto de los días. Asimismo, tiene un limite de 7 pescadores por jornada que deben sacar el pase a través de la web de la Junta antes de acudir.

Puente antiguo de tres ojos que sirve de margen inferior del AREC: el ojo de la izquierda de la imagen está totalmente bloqueado por maleza y residuos, lo que supone un grave riesgo en caso de producirse lluvias torrenciales

Según la normativa, el cupo es de 2 truchas con un tamaño mínimo de 21 cm.

La cabeza de vaca cumple el tamaño mínimo. Si en vez de pescar, queremos montar un puzzle, tenemos su esqueleto completo esparcido a lo largo de dos kilómetros de río.
A la derecha de la imagen podemos ver la incorporación del Río Gudillos en el Río Moros. Este afluente corre la misma suerte que el Moros, solo que sustituyendo el puzzle de la vaca por el puzzle de trozos de muñecas rotas.

En las siguientes imágenes de determinados puntos, podemos vislumbrar la belleza de la que gozó el río en sus buenos momentos:

Al tratarse de un AREC, se rige por unas normas muy estrictas, entre ellas, desde el uso de lombrices limitado a martes y viernes hasta el hecho de solo poder utilizarlas con un anzuelo cuya “asta” sea mayor de 9 mm y la longitud total del anzuelo superior a los 25 mm.

Esta parte es importante: antes de ver las imágenes y el resumen que viene a continuación, imaginémonos por un minuto a un pescador teniendo que medir con una regla y una lupa si el “asta” de sus anzuelos superan los 9 mm.

Vallas oxidadas en medio del cauce y atadas a los árboles
A lo que parece, las vallas han sido sustraídas al ayuntamiento de Segovia para crear estas barreras; queremos creer que la Administración no ha colaborado en esto
Parte de un bidón de acero oxidado y corroído; el resto del mismo se puede encontrar diseminado por el río.
El bidón no es lo único de lo que encontraremos restos

Desde Pesca en España, intentamos dar una información lo más fiel y veraz posible a la realidad; para ello, hemos recorrido durante la temporada este tramo del rio en diferentes ocasiones.

Recorrer el tramo no ha sido tarea fácil, al tener que pasar por sitios como este donde se esconden alambres entre la vegetación y los márgenes laterales están vallados
En este punto, no nos quedó otro remedio que pasar literalmente a gatas por el agua

Los diques creados por el total abandono bloquean constantemente el río, haciendo imposible el tránsito de cualquier pez:

Según la normativa, se fija una dimensión mínima para la extracción de las truchas, habiendo durante esta temporada al menos ocho dimensiones diferentes que van desde los 21 cm hasta lo 40 cm de tamaño mínimo. Entendemos, pues, que alguien debería tener algún tipo de criterio, que incluso se apoyase en estudios de la ictiofauna, para poder conocer la densidad de peces y su tamaño actual en un tramo para después aplicar algún tipo de fórmula matemática a la hora de establecer las dimensiones mínimas de captura. Eso sería lo normal; eso sería una de las tantas tareas que tendrían que estar realizando los administradores que cuidan de nuestros ríos con el dinero de las licencias, pases de cotos, impuestos, etc.

Los triples alambres de espino son una constante, tanto en el cauce como en sus márgenes. Según el Código Civil, deben dejarse varios metros desde la zona de servidumbre del río antes de que alguien pueda vallar el margen. Aquí no es que ese alguien se haya adueñado de las zonas de servidumbre o de las riberas, es que directamente se ha anexionado el río a su terreno.

Dicho esto, ahora nos gustaría que alguien nos explicase cómo el técnico forestal correspondiente ha obtenido el resultado de 21 cm (el tamaño mínimo aplicable) teniendo en cuenta que diferentes personas a lo largo de la temporada no hemos sido capaces por más que lo hayamos intentado, ya no de pescar, si no de divisar una sola trucha en un rio de aguas cristalinas que, en algunos tramos, apenas tiene un par de metros de ancho. No parece muy sensato ni sostenible… ¿no? Además de que los AREC deberían situarse en zonas donde ya de por si haya suficiente abundancia de peces como para que cada pescador pueda extraer un par de truchas diarias. Vamos, los peor pensados dirían que han puesto este AREC a ciegas desde un despacho en un edificio público para hacer ver que se está realizando alguna función, porque, desde luego, de otra forma no es entendible. Y eso es lo más gracioso: como alguien ha sido tan incapaz e incompetente como para poner un AREC en un sitio tan sumamente nefasto y dejado de la mano de Dios, el mero hecho de enviar a pescadores allí, atraídos por los pases que se pueden sacar a través de la web de la Junta, destapa sus propias vergüenzas. La expresión de “pegarse un tiro en el pie” se queda corta.

Después de encontrar esta reliquia en medio del cauce, podemos hacernos una idea de cuánto hará que no se hace una limpieza aquí

Lo que si hemos sido capaces de ver han sido gobios y bermejuelas, estas últimas aparecen recogidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en la categoría de “Vulnerable” y, por tanto, deberían recibir un trato preferente por parte de los gestores.

Ejemplo de bermejuela

En el siguiente artículo, titulado “El Timo del AREC del Molino de la Villa (Río Moros)” y fechado el 30 Abril 2014, podemos ver que la situación ya era parecida por entonces (y de eso hace casi una década): https://www.acueducto2.com/el-timo-del-arec-del-molino-de-la-villa-rio-moros/5442

Por otra parte, los miembros de la “Asociación de Pescadores por la Conservación de los Ríos” junto con miembros de la “Asociación Ecologista CENTAUREA” realizaron un muestreo de especies en el 2009, en el que se observó que la situación de los alambres de espino y demás ya era igualmente insostenible. En dicho estudio, se constató que mientras que en las partes cercanas a La Panera existían hasta 20 macroinvertebrados diferentes, en el tramo aguas abajo del pantano de Los Ángeles de San Rafael tan solo se encontró un macroinvertebrado (larva de mosquito), además de no encontrarse ningún vertebrado acuático.

El estudio puso de manifiesto la absoluta asfixia a la que se somete al Río Moros aguas abajo de la presa de Los Ángeles de San Rafael, donde ya no es que no haya peces, sino que no quedan insectos siquiera, y por no haber, no hay ni agua en épocas de estío con el fin de poder mantener las actividades lucrativas que se realizan en el pantano (Cable-ski, motos acuáticas, barcas de recreo…) sin respetar un mínimo caudal ecológico.

Si queremos descargar el estudio completo, basta con poner “http://apcr-pesca.es › memoriamoros” en el buscador de Google; la primera entrada nos remitirá al documento.

A pesar de que el objeto principal de nuestro blog es orientar a los pescadores acerca de nuevos sitios donde practicar su afición, es nuestra obligación moral reportar las negligencias y estados de abandono extremo que encontramos en la práctica de nuestro deporte, como es este caso. Por tanto, se han hecho llegar las imágenes del lamentable estado del río y de todas las vallas, residuos, objetos inadecuados y modificaciones del cauce al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) con el fin de que las estudien y realicen las actuaciones que consideren necesarias. También se hará llegar todo lo comentado con anterioridad a diferentes asociaciones ecologistas.

En la parte más cercana a “La Estación de El Espinar”, el río está en mejor estado. Casualmente, es una zona más visible, transitada, y está cerca del área recreativa de La Panera pudiendo encontrar alguna poza en buen estado
Si hemos recorrido el AREC remontando el río, al llegar a este punto, podremos alegrarnos porque se estará acabando la tortura; sin embargo, si llegamos al caer la noche nos podrán salir a recibir multitud de murciélagos en este túnel

El murciélago no es el único curioso animal que campa por aquí a sus anchas; también nos podemos cruzar con vacas, burros, caballos, cerdos, y velutinas, además de visones americanos escapados de una antigua granja en el municipio, los cuales, por cierto, se han extendido actualmente desde esta zona a Valladolid, Ávila, Zamora, Cáceres, Toledo, Madrid y Guadalajara.

También habitan en estas aguas tanto el cangrejo rojo como el señal , pero el Río Moros aguas arriba de la presa de Los Ángeles de San Rafael no está incluido en la “delimitación cartográfica de la pesca del cangrejo rojo y señal” por lo que no hay barreras a que estás especies invasoras se extiendan devorando las puestas de los pocos peces autóctonos supervivientes.

Sobre esta tecnología punta, solo diremos que según se van deshilachando los sacos, sus restos se quedan en las riberas tal y como se ve en la siguiente imagen:

El grado de abandono y permisividad es tal, que alguien ha decidido construir su propio azud con trozos de un tejado para retener el agua. La modificación del cauce es una infracción muy grave y, por tanto, debería ser sancionada con una multa de 10.000,01 € a 60.000,00 €.

Desde Pesca en España sugerimos los siguientes pasos:

  1. Eliminación total del AREC del Molino de la Villa: aunque sea por vergüenza, aunque sea por no hacer a pescadores coger el coche decenas o cientos de kilómetros para ir a pescar a un vertedero a esquivar alambres de espino triples, zarzas capaces de partir en dos el vadeador, vallas cruzadas, restos de animales muertos, murciélagos, velutinas, diques creados por castores nucleares y, por supuesto, vacas preñadas acechando, con su consecuente peligro. De verdad; por seguridad, por higiene, por dignidad, por decencia… no traigan a gente a pescar aquí.
  2. Investigación y sanciones: tanto a los propietarios de las fincas aledañas que hayan convertido el río en su abrevadero particular, como a los responsables forestales que han hecho caso omiso durante décadas del estado del río.
  3. Limpieza exhaustiva del río: harán falta muchos y grandes sacos para quitar toda la basura de este sitio.
  4. Adecuación de la vegetación y deslinde: no es aceptable que un río emblemático en zona truchera sea intransitable.
  5. Repoblación de truchas: no es difícil; la línea genética está en los embalses de cabecera, por lo que solo hay que ayudar a las truchas a dar el salto.
  6. Mantenimiento y vigilancia durante todo el año: hay muchos agentes forestales en la zona equipados con todoterrenos; tan solo se pide que dejen un hueco en el aprovechamiento cinegético -en el que parecen estar centrados en exclusiva- y se aseguren de que no se mueren los peces por la falta de mantenimiento del caudal ecológico o causas similares. Es remarcable indicar que se han producido mortandades de truchas en el embalse del Tejo por falta de oxigenación, mientras que el embalse del Vado de las Cabras situado 500 metros aguas arriba estaba lleno. Esas situaciones no deberían darse y, si se dan, deberían cursarse denuncias a los gestores responsables.
  7. Escala de peces: visto lo visto, esta última parece una utopía, si bien deberían construirse escalas para peces en los diferentes embalses.
Sería interesante determinar quién vierte qué con esta manguera semisoterrada situada en 40°44’40.3″N 4°12’16.8″W, desde dónde y con qué permiso.

Confiamos en que se tomen medidas por parte de la Administración y la próxima temporada encontremos el Río Moros en el estado que merece y, sobre todo, en el que merecen las futuras generaciones. Si así fuera, felicitaríamos a los agentes involucrados en lograrlo, pero, hasta que llegue ese momento, dejaremos está entrada a modo de registro de lo que hay en la actualidad.

Por último, incluimos el resto de imágenes de vallas, huesos y residuos encontrados por el camino con el recordatorio de que este río provee agua a diferentes núcleos de población :

Laguna del Campillo

La Laguna del Campillo es una antigua gravera de Madrid, que estuvo en funcionamiento hasta los años 80. En esa época, se llegó mediante la excavación al nivel freático, que sumado a las aguas de lluvia termino provocando que el agua llenara la cubeta.

Foto de la laguna tomada desde la zona del aparcamiento del polideportivo.

Posteriormente se realizaron trabajos de reacondicionamiento del entorno, limpiando la zona, suavizando las orillas y realizando plantaciones vegetales para crear un sitio idóneo donde surgiera un nuevo ecosistema.

Los trabajos dieron sus frutos, y hoy en día es un lugar con una gran biodiversidad, donde por ejemplo encontraremos a muchos aficionados a la ornitología dado que se ha convertido en una zona de paso importante para las aves.

Las espadañas crecen alrededor de la laguna.

Está considerada como aguas libres no trucheras, pudiendo pescarse todo el año con la licencia de pesca de la comunidad autónoma, en la modalidad “sin muerte”. Según la orden de vedas, los márgenes definidos son: en sentido horario, desde el observatorio de aves situado enfrente de la nave techada de la fábrica de viguetas, hasta el inicio de la lengua de tierra situada frente al Centro de Educación Ambiental. En resumidas cuentas, se puede pescar la parte oeste pero no la este.

Aproximadamente la zona a la derecha de la línea roja está vedada.

A nivel de ictiofauna, inicialmente se podría decir que esta laguna era el “paraíso del barbo”, en ella se capturaban de forma abundante y de generosos tamaños, no obstante, el paso del tiempo y las especies invasoras fueron deteriorando su población hasta reducirla de forma dramática. Hoy en día podemos ver en las orillas percasoles, gambusias y alguna bermejuela o tal vez calandino. A nivel de pesca deportiva lo que atrae de esta laguna es por un lado una población estable de carpas, en general de no mucho tamaño, y por otro lado otra población estable de blackbass. En el caso de los blackbass también encontraremos pequeños tamaños, pero está constatado que existen ejemplares que sobrepasan los 2kg a pesar de que no se dejan ver muy a menudo.

Blackbass capturado cerca de la orilla con cucharilla, el tamaño de los ejemplares suele ser similar a este.

La laguna está situada muy próxima al Río Jarama, llegando en algunos tramos a estar a tan solo 50 metros de dicho Río. Tal vez, esto provoca que muy puntualmente aparezca algún lucio en sus aguas -mejor no saber cómo-, pero no es una especie que vayamos a encontrar por lo general. Este hecho nos brinda la oportunidad de alternar pescando en el río y en la laguna.

Conseguir capturas en la laguna es por lo general una tarea difícil, y desde luego existen otras masas de agua en las que tendremos más éxito por norma general, pero para los residentes en los alrededores del sur de Madrid es un buen lugar donde matar el gusanillo. También es interesante acudir en épocas frías ya que el agua de la laguna se mantiene a una temperatura más estable al no recibir el aporte directo de ríos o arroyos.

Si llevamos vadeador podremos entrar al agua en determinados puntos como el de la foto inferior para realizar lances paralelos a la orilla.

Entrada al agua entre la espadaña.

En caso de no llevar vadeador, estaremos algo más limitados pero siguen existiendo buenos sitios desde donde realizar lances:

Por último, comentar que hay muchas lagunas en la zona pero la mayoría están completamente vedadas, se recomienda consultar la orden de vedas en caso de querer explorar alguna.

Pesquera de Villanueva de Duero

Villanueva de Duero es un pueblo de alrededor de mil habitantes perteneciente a la provincia de Valladolid, posee la suerte de tener el Río Duero muy cerca y además una pesquera donde disfrutar de nuestro deporte a la cual se puede llegar por un camino de tierra en relativo buen estado desde el propio pueblo.

Pesquera de Villanueva de Duero.

La pesquera está situada a una altura del río después de que este haya recibido las aguas de los afluentes nada desdeñables Pisuerga y Adaja, esto se traduce en un ancho río con un gran caudal y una gran biodiversidad. El Río Duero a esta altura está considerado como aguas libres no trucheras, de manera que solo necesitaremos nuestra licencia comunitaria para pescar.

Vista desde arriba de la pesquera.

El pez que más veremos por estos lares será el barbo, en una cantidad muy abundante. No obstante, pronto entenderemos que no es fácil conseguir uno de ellos, ya que son especialmente asustadizos – con vernos a 15 metros saldrán todos pitando- y muy selectivos en las picadas. Intentar que piquen con veleta a la inglesa, buldo, con cola de rata o cualquier otra técnica del estilo probablemente acabe en un estrepitoso fracaso.

Existe un sendero paralelo al río en esta orilla.

La forma más eficaz es utilizando las ovas -un alga verde cuyo tallo está dividido en filamentos- que crecen adosadas a la pesquera. Deberemos ponernos en lo alto de esta dejando deslizarse el cebo por la corriente, hasta que alcance la zona “espumosa”. Tener la sensibilidad para saber cuando el barbo tiene el cebo en la boca para pegar el tirón es un arte que puede llevar mucho tiempo llegar a dominar.

Barbo capturado a ova.

Otra posible forma es a fondo, utilizando plomos de un buen gramaje que eviten ser arrastrados por la corriente.

En la orden de vedas se especifica que en los meses de mayo y junio no pueden ser sacrificados para respetar su época de freza, siendo el cupo de seis con una talla mínima de 18cm durante el resto del año

Si queremos otro tipo de diversión más fácil, el pez pasto es el alburno, cuyo número parece ilimitado y nos picará rápidamente usando pequeños gusanos como cebo.

Los blackbasses no son muy abundantes, pero existen. Suelen entrar más fácilmente a imitaciones de lombrices y pequeños vinilos que a señuelos duros. Las tallas de estos suelen ser bastante pequeñas, siendo normal no conseguir un ejemplar de más de 300g.

A primera hora del día cuando está saliendo el sol, y a última cuando se va, aparece en escena otro numeroso habitante de estas aguas: la lucioperca. Dado que no hay en general mucha profundidad -dos o tres metros a lo sumo en los puntos más profundos- entraran prácticamente a cualquier imitación de pez o incluso a cucharilla. A pesar de que lo normal es conseguir ejemplares de pequeño tamaño, las hay verdaderamente grandes.

Pesquera al anochecer
Lucioperca capturada al anochecer con cucharilla cerca de la orilla.

Tratándose del Río Duero con lo que ello supone, tampoco sería de extrañar que apareciera en escena prácticamente cualquier otra especie como por ejemplo la boga del duero, también se habla de alguna captura esporádica de lucio e incluso de trucha, pero estas últimas son opciones muy remotas. También veremos cangrejos rojos paseando por las orillas.

Por último, en caso de buscar carpas, debemos hacerlo en zonas donde las aguas estén más paradas y la pesquera no es una de ellas.

Aparcar no debería ser un problema, existiendo un descampado cercano al camino de tierra.

Zona de aparcamiento

AREC Embalse de la Aceña

El pantano de la Aceña, con una capacidad de 24 hm3 está situado en la provincia de Ávila, al lado del pueblo de Peguerinos y muy cerca de la frontera con la Comunidad de Madrid.

El pueblo de Peguerinos de fondo

Sirve de abastecimiento de agua potable a los pueblos de la zona, además de existir un transvase a través de un túnel que hace llegar sus aguas al embalse de La Jarosa cuando es necesario.

Sus aguas reposan a 1.350m de altitud, lo que lo convierte en un pantano muy frio. Sus orillas son por lo general suaves, no encontrando gran profundidad cerca de ellas. Sus formas son angulosas, teniendo cuatro reculas muy marcadas en las que desembocan diversos arroyos.

Cola del pantano

Este escenario es de una extraordinaria belleza, rodeado de un bosque de pinos alternado de matorrales bajos nos hará liberarnos de cualquier estrés que podamos tener.

Recula oeste

Al tratarse de un AREC (Aguas en régimen Especial Controlado) se permite la pesca incluyendo la modalidad con muerte exceptuando los lunes y jueves que son días sin muerte. El cupo es de dos truchas con talla mínima de 25 cm desde el tercer sábado de marzo hasta el 15 de julio. Desde ese día hasta el 15 de octubre se podrá pescar todos los días utilizando exclusivamente anzuelos sin muerte y sin extracción de truchas autóctonas. El uso de lombriz solo está permitido los martes, miércoles y viernes. Dado que la población de truchas es actualmente muy reducida en el entorno, recomendamos encarecidamente su devolución al medio para permitir su proliferación.

En los días con muerte, deberemos sacar el correspondiente pase gratuito en la web de la junta (https://servicios.jcyl.es/cope/pagina-principal.action). Una vez alcanzado el cupo de trucha común, la acción de pescar deberá practicarse en la modalidad de pesca sin muerte. La cantidad de pases de control diarios en este AREC es de 68 asientos.

Antiguamente era un gran sitio para la pesca de la trucha común, no obstante, su presencia fue disminuyendo radicalmente, aunque en los últimos tiempos parece haber recuperado un poco su población, pudiendo obtener alguna captura esporádica. Tal vez la mejor zona para intentarlo sea la zona más cercana a la presa o en la desembocadura de alguno de los arroyos.

Las carpas y los barbos campan a sus anchas, ya que al ser zona truchera existen las limitaciones de cebos, cañas, etc, que complican su captura. Una opción muy loable es tratar de capturarlas a mosca seca con cola de rata, utilizando imitaciones de insectos de tipo hormiga alada, avispa, etc.

Carpas paseando en superficie

Hay una clara población de blackbass, aunque al tratarse de un entorno tan frío no suelen tener un gran tamaño, y solo estarán realmente activos en los meses más calurosos.

Como pez pasto veremos a las percasoles, algunas tan grandes que hasta nos entraran a cucharilla. También sirve de alimento el cangrejo rojo presente en todo el pantano.

Hay un carreterin que nos permitirá llegar a casi cualquier punto del pantano, sin embargo, está cortado desde la recula este donde desemboca el Arroyo de Navalacuerda, hasta la presa.

Imagen tomada en la recula este