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Embalse de Frieira

El Encoro de Frieira, con una capacidad máxima de 44 hm3, continúa domando las aguas del Río Miño una vez estas han pasado anteriormente por el Encoro (o embalse) de Castrelo de Miño, en un recorrido serpenteante de más de veinte kilómetros. A efectos de pesca, la cola del embalse se sitúa 2,5 km aguas abajo del muro de la presa de Castrelo de Miño, es decir, en la confluencia del Río Avia con el propio Miño. Se consideran aguas libres, de manera que solo necesitamos nuestra licencia comunitaria para pescar.

La masa de agua que abarca es inmensa

La pesca de la trucha está autorizada por norma general del 17 de marzo al 31 de julio; no obstante, siempre es recomendable revisar la orden de vedas anualmente por si hubiese alguna modificación. Dado que esta masa de agua está regulada por el anexo VIII de la orden de vedas, la talla mínima (año 2024) es de 23 cm y el cupo máximo de 3 ejemplares por persona y día. Así mismo, se permite la pesca de ciprínidos y blackbass durante todo el año.

Ejemplar de trucha capturado con cucharilla negra con puntos amarillos del número 3

El Miño no suele decepcionar a los pescadores de trucha y, aunque hay que buscarlas y engañarlas -como siempre-, podemos tener algunas jornadas muy divertidas. Es difícil indicar zonas o profundidades en un área tan extensa en la que se alternan zonas de rocas, con fondos arenosos, en otro tanto, herbáceos y hasta tramos un poco más urbanos. Cada uno tendrá que recorrer aquí su camino para encontrar el tipo de posturas que más le interesen en función de su estilo de pesca, pero si no queremos complicarnos en exceso, la zona de Ribadavia ofrece orillas accesibles en ambos márgenes.

En la zona de Ribadavia confluye El Miño con el Río Avia, siendo un lugar bastante destacado por su fácil acceso

La anchura del río varía entre los 100 m hasta los más de 300, lo que hace factible tanto pescar al lance barriendo zonas enormes de agua, como empecinarnos en inspeccionar réculas y venas con la cola de rata.

El río es navegable con motor de explosión, con rampas y pantalanes en Arnoia y Cortegada. En Ribadavia hay una rampa para embarcaciones, pero no tiene pantalán. Mejor consultar la normativa al respecto.

Si no hay lluvia ni viento, el agua fluirá muy lentamente pudiendo detectar las cebadas

Si queremos pescar ciprínidos, podemos usar un máximo de 2 anzuelos por caña, los cebos naturales autorizados son: todos los cebos naturales, excepto todo tipo de huevas de peces y el pez natural.

El cebado se puede realizar con cebos vegetales o piensos. No se puede utilizar Asticot salvo en la práctica de campeonatos que así lo hayan autorizado.

Situarse cerca de regatos y escorrentías suele dar buenos resultados

En cambio, si lo que buscamos son basses (denominada Perca Americana en la orden de vedas) fuera de la temporada hábil de salmónidos, se pueden emplear streamers, cebos de superficie (comúnmente conocidos como poppers y plugs) y cebos de materiales plásticos o semejantes (comúnmente conocidos como «vinilos»), queda prohibido el empleo de peces artificiales y cucharillas durante este periodo.

Además de la trucha, la carpa y el blackbass, hay tencas; aunque poco abundantes, y escalos (un tipo de ciprínido muy común en Galicia). Como pez pasto está el perpetuo gobio, y también sirve de alimento el cangrejo rojo americano.

Los días soleados son una maravilla, pero estando en Galicia hay que tener un poco de suerte

En este embale habitan anguilas, cuya pesca está totalmente prohibida y la devolución de capturas accidentales es obligatoria. En el trozo de río justo aguas abajo de la presa, existe un coto salmonero, del que esperamos poder hacer otra entrada en un futuro.

Al Miño llegan pequeños afluentes como el de la foto (Río do Outeiro) de gran belleza y con población piscícola. Estos afluentes están casi en su totalidad vedados, por lo que aunque es buena idea situarse en su desembocadura, no lo es tanto adentrarse en ellos

Como curiosidad, en la zona hay ejemplares del desmán de los Pirineos y también de nutrias y visones.

Embalse o Encoro de Eirás

Pantano en forma de zigzag con 22 hm3 de capacidad destinadas al abastecimiento de agua de la comarca de Vigo, generalmente tiene unas aguas cristalinas que nos permitirán ver a los peces merodeando la orilla, aunque esto también hará que tengamos que ser mas precavidos porque ellos también nos detectarán fácilmente.

La masa de agua está dividida en dos; la zona libre y el coto truchero. En el mapa expuesto más abajo podemos orientarnos sobre los límites, por encima de la línea roja se establece el coto, y por debajo es zona libre.

Indicaciones de ayuda

En este embalse se permite la pesca de ciprínidos todo el año al estar incluido en el anexo VIII de la orden de vedas. Se recomienda consultar la normativa vigente para conocer las limitaciones de cebos fuera de la época truchera.

El gran protagonista de este embalse es el blackbass, pez que además no es excesivamente numeroso en Galicia, y que sin embargo ha encontrado en estas aguas de fondo herbáceo su paraíso. Podremos encontrarlo en abundancia en todo el perímetro. Durante los meses de frio nos será casi imposible hacernos con uno, es a partir de marzo o abril cuando las temperaturas se moderan el momento en el que empezaran a dejar verse. Estos meses son tal vez los mejores para hacerse con los grandes ejemplares, que al parecer son los primeros en activarse, por tanto, es conveniente utilizar señuelos grandes que incentiven a estos a lanzarse contra nuestros engaños.

Foto del área de Oitavén

En los meses de más calor, podremos asistir a auténticos festivales de picadas en las zonas someras, no obstante, serán ejemplares pequeños los que protagonizarán las jornadas; atacaran a cualquier vinilo o artificial, de mayor tamaño que ellos mismos si es necesario, complicándonos el poder conseguir un mejor ejemplar.

Otra habitante del lugar -como no podía ser de otra manera en Galicia-, es la trucha común. Mucho menos numerosa y más esquiva, a la que podremos intentar capturar con cucharillas, pequeños vinilos, lombrices, gusanos de goma, moscas, etc. Debemos recordar que fuera de la temporada truchera (se recomienda consultar la orden de vedas anual para conocer las fechas) hay que devolver las capturas accidentales de estas. Cabe destacar que en este embalse han salido truchas de más de cuatro kilos.

El pez pasto del lugar es el escalo, también llamado bordallo -y que en algunas aldeas es motivo de una fiesta gastronómica-, al que veremos en las inmediaciones de la presa en los meses de calor.

En cuanto a zonas, los alrededores de la aldea de Oitavén son un buen lugar para empezar, teniendo fácil aparcamiento. Desde allí podemos recorrer la orilla del río Barragán, o acercarnos hacia la parte oeste en coche por la carretera V-103. En cualquier caso, es muy recomendable ir con vadeador para poder movernos libremente.