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AREC del Barco de Ávila

El AREC del Barco de Ávila es un tramo acotado del Río Tormes de aproximadamente cinco kilómetros. Es uno de esos sitios míticos en los que varias generaciones de pescadores han aprendido a lanzar las cañas en sus aguas.

puente barco de ávila
Foto desde el puente románico de El Barco de Avila

Siendo AREC, se pueden extraer dos truchas por persona y día con talla mínima de 25cm -excepto lunes y jueves, que son sin muerte- siendo obligatorio sacar el permiso diario de carácter gratuito. Dado el alto número de plazas, en general no será un problema conseguirlo a través de la web de permisos sobrantes de la junta de Castilla y León.

Las épocas aproximadas de pesca con esta normativa son de mediados de marzo a mediados de julio, momento en el que pasa a ser tramo sin muerte hasta mediados de octubre; donde se veda definitivamente hasta la temporada siguiente. Es mejor consultar anualmente la orden de vedas para asegurarnos de las fechas.

La zona pegada al pueblo de El Barco de Ávila es probablemente la mas cómoda de pescar, y probablemente donde más capturas se obtienen. El mayor atractivo es la trucha común, aunque también podremos pescar bogas, bordallos (también llamados escalos) y en menor medida barbos.

pescador a la leonesa
Imagen de un hombre pescando “a la leonesa” debajo del puente

Una buena idea es pescar debajo del emblemático puente románico, y seguir aguas abajo hasta la primera pesquera desde la que también se pesca cómodamente. Si continuamos bajando, en los pilares del siguiente puente encontraremos una buena profundidad que tal vez nos invite a pescar con cebos más plomados.

pesquera
Foto desde encima de la pesquera aguas abajo
segundo puente
De fondo el segundo puente aguas abajo

Si decidimos ir aguas arriba del puente románico, encontraremos en general zonas con menos profundidad y mayor corriente, con saltos de agua en los que se apostan las truchas esperando a que les llegue por si sola la comida.

Saltos de agua

Más arriba aún, nos veremos en un Tormes tal vez menos modificado, más salvaje, que se intercalara con playas fluviales hasta llegar a otra pesquera cerca de “El alto de la Somadilla”. Alrededor de esta pesquera tendremos poca profundidad, y nos será fácil realizar buenos lances, no obstante, suele ser más dada a la pesca de bogas que de truchas.

El alto de la Somadilla
Pesquera cerca de “El alto de la Somadilla”

Como cebos y señuelos, lo más habitual es pescar a mosca (ya sea con cola de rata o a la leonesa), y cucharillas del número 0 al 3. Si bajamos mucho el número de la cucharilla, a veces nos sorprenderá alguna boga clavándose en el anzuelo, pero si lo subimos seguramente no nos picará nada puesto que desgraciadamente el tamaño de las truchas ha ido disminuyendo en los últimos años.

aguas arriba pesquera
Último tramo del AREC aguas arriba

Embalse o Encoro de Eirás

Pantano en forma de zigzag con 22 hm3 de capacidad destinadas al abastecimiento de agua de la comarca de Vigo, generalmente tiene unas aguas cristalinas que nos permitirán ver a los peces merodeando la orilla, aunque esto también hará que tengamos que ser mas precavidos porque ellos también nos detectarán fácilmente.

La masa de agua está dividida en dos; la zona libre y el coto truchero. En el mapa expuesto más abajo podemos orientarnos sobre los límites, por encima de la línea roja se establece el coto, y por debajo es zona libre.

Indicaciones de ayuda

En este embalse se permite la pesca de ciprínidos todo el año al estar incluido en el anexo VIII de la orden de vedas. Se recomienda consultar la normativa vigente para conocer las limitaciones de cebos fuera de la época truchera.

El gran protagonista de este embalse es el blackbass, pez que además no es excesivamente numeroso en Galicia, y que sin embargo ha encontrado en estas aguas de fondo herbáceo su paraíso. Podremos encontrarlo en abundancia en todo el perímetro. Durante los meses de frio nos será casi imposible hacernos con uno, es a partir de marzo o abril cuando las temperaturas se moderan el momento en el que empezaran a dejar verse. Estos meses son tal vez los mejores para hacerse con los grandes ejemplares, que al parecer son los primeros en activarse, por tanto, es conveniente utilizar señuelos grandes que incentiven a estos a lanzarse contra nuestros engaños.

Foto del área de Oitavén

En los meses de más calor, podremos asistir a auténticos festivales de picadas en las zonas someras, no obstante, serán ejemplares pequeños los que protagonizarán las jornadas; atacaran a cualquier vinilo o artificial, de mayor tamaño que ellos mismos si es necesario, complicándonos el poder conseguir un mejor ejemplar.

Otra habitante del lugar -como no podía ser de otra manera en Galicia-, es la trucha común. Mucho menos numerosa y más esquiva, a la que podremos intentar capturar con cucharillas, pequeños vinilos, lombrices, gusanos de goma, moscas, etc. Debemos recordar que fuera de la temporada truchera (se recomienda consultar la orden de vedas anual para conocer las fechas) hay que devolver las capturas accidentales de estas. Cabe destacar que en este embalse han salido truchas de más de cuatro kilos.

El pez pasto del lugar es el escalo, también llamado bordallo -y que en algunas aldeas es motivo de una fiesta gastronómica-, al que veremos en las inmediaciones de la presa en los meses de calor.

En cuanto a zonas, los alrededores de la aldea de Oitavén son un buen lugar para empezar, teniendo fácil aparcamiento. Desde allí podemos recorrer la orilla del río Barragán, o acercarnos hacia la parte oeste en coche por la carretera V-103. En cualquier caso, es muy recomendable ir con vadeador para poder movernos libremente.