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Embalse de Frieira

El Encoro de Frieira, con una capacidad máxima de 44 hm3, continúa domando las aguas del Río Miño una vez estas han pasado anteriormente por el Encoro (o embalse) de Castrelo de Miño, en un recorrido serpenteante de más de veinte kilómetros. A efectos de pesca, la cola del embalse se sitúa 2,5 km aguas abajo del muro de la presa de Castrelo de Miño, es decir, en la confluencia del Río Avia con el propio Miño. Se consideran aguas libres, de manera que solo necesitamos nuestra licencia comunitaria para pescar.

La masa de agua que abarca es inmensa

La pesca de la trucha está autorizada por norma general del 17 de marzo al 31 de julio; no obstante, siempre es recomendable revisar la orden de vedas anualmente por si hubiese alguna modificación. Dado que esta masa de agua está regulada por el anexo VIII de la orden de vedas, la talla mínima (año 2024) es de 23 cm y el cupo máximo de 3 ejemplares por persona y día. Así mismo, se permite la pesca de ciprínidos y blackbass durante todo el año.

Ejemplar de trucha capturado con cucharilla negra con puntos amarillos del número 3

El Miño no suele decepcionar a los pescadores de trucha y, aunque hay que buscarlas y engañarlas -como siempre-, podemos tener algunas jornadas muy divertidas. Es difícil indicar zonas o profundidades en un área tan extensa en la que se alternan zonas de rocas, con fondos arenosos, en otro tanto, herbáceos y hasta tramos un poco más urbanos. Cada uno tendrá que recorrer aquí su camino para encontrar el tipo de posturas que más le interesen en función de su estilo de pesca, pero si no queremos complicarnos en exceso, la zona de Ribadavia ofrece orillas accesibles en ambos márgenes.

En la zona de Ribadavia confluye El Miño con el Río Avia, siendo un lugar bastante destacado por su fácil acceso

La anchura del río varía entre los 100 m hasta los más de 300, lo que hace factible tanto pescar al lance barriendo zonas enormes de agua, como empecinarnos en inspeccionar réculas y venas con la cola de rata.

El río es navegable con motor de explosión, con rampas y pantalanes en Arnoia y Cortegada. En Ribadavia hay una rampa para embarcaciones, pero no tiene pantalán. Mejor consultar la normativa al respecto.

Si no hay lluvia ni viento, el agua fluirá muy lentamente pudiendo detectar las cebadas

Si queremos pescar ciprínidos, podemos usar un máximo de 2 anzuelos por caña, los cebos naturales autorizados son: todos los cebos naturales, excepto todo tipo de huevas de peces y el pez natural.

El cebado se puede realizar con cebos vegetales o piensos. No se puede utilizar Asticot salvo en la práctica de campeonatos que así lo hayan autorizado.

Situarse cerca de regatos y escorrentías suele dar buenos resultados

En cambio, si lo que buscamos son basses (denominada Perca Americana en la orden de vedas) fuera de la temporada hábil de salmónidos, se pueden emplear streamers, cebos de superficie (comúnmente conocidos como poppers y plugs) y cebos de materiales plásticos o semejantes (comúnmente conocidos como «vinilos»), queda prohibido el empleo de peces artificiales y cucharillas durante este periodo.

Además de la trucha, la carpa y el blackbass, hay tencas; aunque poco abundantes, y escalos (un tipo de ciprínido muy común en Galicia). Como pez pasto está el perpetuo gobio, y también sirve de alimento el cangrejo rojo americano.

Los días soleados son una maravilla, pero estando en Galicia hay que tener un poco de suerte

En este embale habitan anguilas, cuya pesca está totalmente prohibida y la devolución de capturas accidentales es obligatoria. En el trozo de río justo aguas abajo de la presa, existe un coto salmonero, del que esperamos poder hacer otra entrada en un futuro.

Al Miño llegan pequeños afluentes como el de la foto (Río do Outeiro) de gran belleza y con población piscícola. Estos afluentes están casi en su totalidad vedados, por lo que aunque es buena idea situarse en su desembocadura, no lo es tanto adentrarse en ellos

Como curiosidad, en la zona hay ejemplares del desmán de los Pirineos y también de nutrias y visones.

Coto de Angostura I

El coto de Angostura, situado en el Río Lozoya y con una longitud de 4,8km, es uno de los más históricos y emblemáticos de la Comunidad de Madrid. Está considerado aguas trucheras y el periodo hábil por lo general va desde el 1 de mayo hasta el tercer domingo de Julio. Durante dicho periodo es pescable todos los días en modalidad de captura y suelta (la única autorizada) excepto el jueves que permanece vedado. Tan solo se expiden 5 permisos por día con un precio general de 6,75€. Los ribereños tienen descuento además de 3 permisos aparte reservados todos los días. Dado que en principio no hay consorcio con ninguna asociación de pesca, solo se pueden obtener los permisos a través de la web de la Comunidad de Madrid: https://gestiona.comunidad.madrid/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf o presencialmente en sus oficinas.

Existe un concurso para la expedición de permisos en este coto, junto al de Rascafria II y Alameda III de la siguiente temporada, en el que nos podemos inscribir desde el día 1 al 30 de noviembre. Una vez celebrado el sorteo, entre los días 20 a 28 de febrero de la temporada en curso podremos elegir nuestras fechas por riguroso orden de acceso a la aplicación o tramitación presencial. Antiguamente en las épocas de bonanza y pesca con muerte este sorteo era importante, hoy en día con la pesca sin muerte obligatoria quedan multitud de permisos sobrantes por lo que no tenemos que preocuparnos en exceso por el concurso salvo que tengamos preferencia por pescar en una fecha muy concreta.

Puente de la Angostura que da nombre al coto.

Este coto tiene como excepción que solo se permiten montajes de una línea con un solo anzuelo (nada de pescar a la leonesa con tres moscas y rastro).

Durante los casi 5km de coto, nos moveremos desde los 1500m de altitud en su limite superior hasta los 1300m en su parte inferior. La cobertura móvil es totalmente inexistente en todo el tramo ya que estaremos metidos en una garganta en una zona donde ya de por si apenas hay, de manera que es conveniente llevar abundante bebida, alimentos y un chubasquero o alguna prenda extra si existe la posibilidad de que nos vaya a llover.

Su limite superior, lo marca la unión de los arroyos Guarramillas y Peñalara, mientras que el inferior está situado a 300 metros de la Presa del Pradillo.

El limite inferior se sitúa aproximadamente en la instalación de la foto

El Lozoya transcurre en este tramo unas decenas de metros más abajo paralelo a la carretera M-604 que va desde el Puerto de Cotos hasta Rascafría.

Lo que hace acudir a este lugar cada año a los pescadores es una buena abundancia de trucha fario -considerada por unos una subespecie de la trucha común, y por otros la misma especie- eso sí, de pequeño tamaño.

Trucha fario del tamaño habitual en el coto.

Casi todo el mundo que pesca aquí coincide en que el entorno es uno de los más bonitos en los que han usado la caña, siendo zona de montaña y de aguas claras.

La belleza del lúgar es innegable.

La orografía de esta zona es relativamente escarpada, no obstante, el río ha ido alternando pozas con zonas de corriente a modo de escalones de manera que nuestra forma de pesca puede ser aplicable una y otra vez a lo largo del tramo. Dado que las truchas suelen estar en las pozas, podemos acceder a ellas por su parte trasera para no ser detectados, y realizar varios lances aguas arriba donde creamos (o veamos) que están situadas. Si tras varios intentos con un par de cucharillas o moscas diferentes no ha habido resultado, podemos continuar hasta la siguiente poza e iniciar de nuevo el ritual.

Ejemplo de poza pequeña.

Se recomienda el procedimiento anteriormente descrito, puesto que si las truchas de una poza nos detectan y entran en “estado de alarma” seguramente ya no coman ni nos hagan caso hasta que desaparezcamos un buen rato de allí, siendo así preferible el buscar una nueva postura donde aún estén activas y no alarmadas.

Poza de mayor tamaño.

Como ya hemos comentado, las truchas son por lo general pequeñas, teniendo que utilizar cucharillas del 0 o del 1 y moscas no muy grandes. Aun con todo y con eso, tendremos bastantes picadas fallidas, pero por lo general la diversión está asegurada.

A pesar de estar metidos en una garganta, encontraremos aquí el espacio suficiente para pescar con cola de rata sin grandes apreturas pues la vegetación no es tan cerrada como en otros tramos del Lozoya.

Si nos posicionamos bien utilizar la cola de rata no será un problema.

A modo de reto del siglo, o tal vez casi de broma, por motivos de gestión y mejora de las poblaciones de trucha común viene indicado en la orden de vedas que el primer miércoles de cada mes, se podrá permitir la captura con muerte de trucha común de talla superior a 40 cm -ya puestos podía permitirse también la extracción de esturiones-.

Los aparcamientos no abundan, y dejar el coche en un arcen de la carretera es sinónimo de multa. Hay dos pequeños parkings en los recodos que hace la carretera y otro en la zona del restaurante “La Isla”. El fin de semana conviene madrugar si no queremos quedarnos sin hueco.

Situación de los aparcamientos.

Embalse de Manzanares el Real o de Santillana

El pantano de Santillana, situado a las faldas de la Sierra de Guadarrama en la Comunidad de Madrid, tiene una capacidad de 91hm3. Actualmente está considerado coto ciprinícola (aguas no trucheras) de manera que además de la licencia de pesca necesitaremos sacar un permiso, ya sea en la web de la Comunidad de Madrid o a través de la página web del Club Deportivo de Pesca de Santillana (el coste del pase general ronda los 4€):

http://clubdepescasantillana.com/

El entorno es maravilloso con La Pedriza y el Castillo de Manzanares de fondo.

Recibe las aguas del Río Manzanares, del Río Samburiel y de númerosos arroyos siendo probablemente el más destacado el Arroyo del Mediano.

Esta masa de agua tuvo fama durante décadas debido a los enormes peces que salían de ella, históricamente se realizaron los probablemente primeros concursos de pesca de lucios de España.

Hoy en día ya no se puede esperar la misma calidad de capturas de antaño, no obstante, sigue siendo un buen sitio donde encontrar lucios de dos cifras y carpas que pasan de los 20kg. La calidad del agua, a pesar de que suele estar algo enturbiada por el movimiento de la arena y las algas, es bastante buena, lo que a su vez se traduce en una gran ictiofauna.

Las especies principales a pescar son el lucio y la carpa. Como pez pasto; además de percasoles, veremos literalmente millones de alburnos, de tan variados tamaños que algunos entran hasta a las cucharillas pequeñas como si de un depredador se tratase.

Alburno pescado con cucharilla del número 0.

En estas aguas hubo una población de blackbass, sin embargo, el lucio gano la batalla y tan solo quedan algunos ejemplares -de gran tamaño, eso sí- pero en un número prácticamente despreciable. En menor cuantía aún, se realiza alguna captura de trucha común (cuya devolución inmediata al agua es obligatoria) y parece que el último invitado que ha proliferado en gran medida es el escardino, al que pescaremos con pequeños cebos típicos del carpfishing pero que en determinadas épocas del año también nos sorprenderá atacando a cucharillas de hasta el número 3 o a pequeños vinilos.

Los escardinos a veces nos dan la sorpresa.

Como comentábamos anteriormente, la trucha es de devolución obligatoria porque está vedada en este pantano, ocurre lo mismo con el barbo, aunque no parece que queden ejemplares de este último.

El embalse está dividido en tres tramos pescables con el mismo permiso permaneciendo el resto del perímetro vedado, se pueden pescar todo el año tan solo teniendo en cuenta que los lunes son de captura y suelta obligatoria.

Siguiendo la orden de vedas, los tramos denominados “A” y “C” van desde el Puente del Río Samburiel hasta el Punto de la margen izquierda definido por la trayectoria perpendicular a la ctra. M-608 a la altura de la rotonda de acceso a la urbanización «Peña del Gato» y hasta el Punto señalado a la altura de la finca del Espinarejo respectivamente.

Puente del Río Samburiel.

El tramo B va desde “En margen izquierda, en la desembocadura del Arroyo de Chozas.” Hasta un “Punto distante unos 650 m del muro de la presa”.

Este mapa facilita identificar los tramos pescables, marcados en azul.

En los tramos A y C, que vienen siendo la misma zona, pero en orillas opuestas, tendremos muy poca profundidad y en su mayoría fondo arenoso. Esta zona es ideal para practicar el carpfishing aunque la presión de pesca es elevada. Si queremos buscar algún depredador, lo mejor será acercarse a la desembocadura del Río Manzanares en el pantano donde se forma una recula con algo más de profundidad. Como se ve en el cartel, existen numerosos aparcamientos pero suele estar prohibido aparcar fines de semana o festivos, en este sentido es mejor cerciorarse unos días antes o dejar el coche en el propio pueblo.

Recula donde desemboca el Río Manzanares.

El tramo B tiene por lo general mayores profundidades y es más apto para la pesca de depredadores, como sitio destacable hay un puente en la desembocadura del Arroyo de Chozas que cruza de un lado a otro toda esta zona creando un cuello de botella en su paso de agua. Solo podremos pescar hasta la mitad del puente -el límite está señalado con carteles-, pero la particularidad del lugar nos permitirá poder tentar a los lucios o dedicarnos a pescar alburnos a la vez que tenemos puesta una caña a las carpas sin movernos del sitio. A esta zona se puede llegar desde la carretera M-862 donde dejaremos el coche cerca de una instalación de hípica para continuar andando hasta la orilla.

Al parecer aquí los peces también tienen derecho a sentarse y descansar de vez en cuando.

Coto de Alameda III

El coto de alameda III es un tramo truchero sin muerte de la Comunidad de Madrid situado en el Río Lozoya a lo largo de 3,8km, su límite superior es el “Puente de Oteruelo del Valle” y el inferior el “Puente de Pinilla del Valle”, estando prohibido pescar cerca o debajo de este último. El período hábil habitual va del 2º domingo de marzo al 3er. domingo de julio, ambos inclusive. Dentro de este periodo se puede pescar todos los días excepto el jueves que está vedado.

Puente que marca el limite inferior del coto.

Además de nuestra licencia de pesca, deberemos adquirir el permiso diario. Actualmente se distribuyen 9 permisos los días laborables y 15 los fines de semanas y festivos para no ribereños con un precio general de 6,75€. Los ribereños tienen descuentos además de 6 permisos aparte reservados todos los días. Dado que en principio no hay consorcio con ninguna asociación de pesca, solo se pueden obtener los permisos a través de la web de la Comunidad de Madrid: https://gestiona.comunidad.madrid/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf o presencialmente en sus oficinas.

Cartel indicando el coto de pesca

Existe un concurso para la expedición de permisos en este coto, junto al de Angostura I y Rascafria II de la siguiente temporada, en el que nos podemos inscribir desde el día 1 al 30 de noviembre. Una vez celebrado el sorteo, entre los días 20 a 28 de febrero de la temporada en curso podremos elegir nuestras fechas por riguroso orden de acceso a la aplicación o tramitación presencial. Antiguamente en las épocas de bonanza y pesca con muerte este sorteo era importante, hoy en día con la pesca sin muerte quedan multitud de permisos sobrantes por lo que no tenemos que preocuparnos en exceso por el concurso salvo que tengamos preferencia por pescar en una fecha muy concreta.

Los cebos permitidos son los autorizados para CyS en la zona truchera de la Comunidad de Madrid, según la web de la comunidad esto es:

“En las aguas incluidas en la zona truchera:

  • Cebos naturales: lombriz de tierra, canutillo y gusarapa, montados sobre anzuelos sencillos.
  • Cebos artificiales: cucharilla, mosca, “streamer”, imitaciones de peces y vinilos. Se exceptúan las masillas y las moscas en cualquiera de sus variedades o montajes que empleen plomada de arrastre o fondo.”

Este coto tiene como excepción que solo se permiten montajes de una línea con un solo anzuelo (nada de pescar a la leonesa con tres moscas y rastro).

El río está situado en una zona bastante llana, no obstante, los márgenes del rio son bastante boscosos y con muchos arbustos haciendo a veces bastante complicado el poder desenvolvernos con soltura.

Recodo algo más despejado cerca del limite inferior.

A principios de temporada lo normal es que lleve un caudal muy abundante, dado que el cauce no es excesivamente ancho esto provoca una corriente rápida dificultando la pesca en la mayoría de los tramos. Esto, sumado a que el agua está realmente fría puesto que proviene directamente del deshielo de la Sierra de Guadarrama a través de infinidad de arroyos situados en la vertiente sur de los Montes Carpetanos y la vertiente norte de Cuerda Larga hace que pescar en la apertura de temporada a veces no sea una experiencia tan agradable como tenemos en mente.

Hay zonas casi imposibles de pescar con el caudal alto.

Como es de esperar, en las primeras semanas con el agua a 2 o 3 grados las picadas son muy poco frecuentes, consiguiendo a veces una sola captura entre todos los pescadores presentes en la jornada. Según van avanzando las semanas, las truchas se van animando y se da algo más de actividad, pero no nos engañemos, esto ya no es lo que era y en general solo veremos minitallas, además de que la densidad de truchas en este tramo es baja.

En la zona del puente de Oteruelo del Valle encontraremos un paisaje diferente que nos dejará pescar con mayor comodidad.

A partir de abril o mayo (según las temperaturas que se vayan dando en el año) empezara tal vez la etapa más interesante dado que el Lozoya desemboca aquí en el Embalse de Pinilla sin obstáculo alguno. El embalse hace un poco de “reservorio natural” de peces, que animados por el calor empezarán a remontar el Lozoya, encontrándonos algunos días verdaderos cardúmenes de barbos y bogas subiendo el río buscando un sitio ideal para desovar.

Una forma inteligente de pescar este coto es aparcar en el parking cercano al “Puente de Pinilla” e ir aguas arriba. El margen izquierdo aguas arriba es el más adecuado al poseer un sendero un poco desdibujado que nos ayudará un poco en nuestra marcha, también se puede pescar por su margen derecha; pero es bastante más complicado, peligroso y nos encontraremos varias vallas sin paso de pescadores.

Si optamos por el margen derecho, este pondrá a prueba nuestras aptitudes físicas y nuestra paciencia.
Más dificultades

Una vez llegados hasta el limite superior, si nos apetece, podemos continuar pescando algo más de un kilómetro aguas arriba pues se acaba el coto, pero entramos en una zona truchera de aguas libres hasta la carretera M-611.

Limite superior del tramo libre.

Pesquera de Villanueva de Duero

Villanueva de Duero es un pueblo de alrededor de mil habitantes perteneciente a la provincia de Valladolid, posee la suerte de tener el Río Duero muy cerca y además una pesquera donde disfrutar de nuestro deporte a la cual se puede llegar por un camino de tierra en relativo buen estado desde el propio pueblo.

Pesquera de Villanueva de Duero.

La pesquera está situada a una altura del río después de que este haya recibido las aguas de los afluentes nada desdeñables Pisuerga y Adaja, esto se traduce en un ancho río con un gran caudal y una gran biodiversidad. El Río Duero a esta altura está considerado como aguas libres no trucheras, de manera que solo necesitaremos nuestra licencia comunitaria para pescar.

Vista desde arriba de la pesquera.

El pez que más veremos por estos lares será el barbo, en una cantidad muy abundante. No obstante, pronto entenderemos que no es fácil conseguir uno de ellos, ya que son especialmente asustadizos – con vernos a 15 metros saldrán todos pitando- y muy selectivos en las picadas. Intentar que piquen con veleta a la inglesa, buldo, con cola de rata o cualquier otra técnica del estilo probablemente acabe en un estrepitoso fracaso.

Existe un sendero paralelo al río en esta orilla.

La forma más eficaz es utilizando las ovas -un alga verde cuyo tallo está dividido en filamentos- que crecen adosadas a la pesquera. Deberemos ponernos en lo alto de esta dejando deslizarse el cebo por la corriente, hasta que alcance la zona “espumosa”. Tener la sensibilidad para saber cuando el barbo tiene el cebo en la boca para pegar el tirón es un arte que puede llevar mucho tiempo llegar a dominar.

Barbo capturado a ova.

Otra posible forma es a fondo, utilizando plomos de un buen gramaje que eviten ser arrastrados por la corriente.

En la orden de vedas se especifica que en los meses de mayo y junio no pueden ser sacrificados para respetar su época de freza, siendo el cupo de seis con una talla mínima de 18cm durante el resto del año

Si queremos otro tipo de diversión más fácil, el pez pasto es el alburno, cuyo número parece ilimitado y nos picará rápidamente usando pequeños gusanos como cebo.

Los blackbasses no son muy abundantes, pero existen. Suelen entrar más fácilmente a imitaciones de lombrices y pequeños vinilos que a señuelos duros. Las tallas de estos suelen ser bastante pequeñas, siendo normal no conseguir un ejemplar de más de 300g.

A primera hora del día cuando está saliendo el sol, y a última cuando se va, aparece en escena otro numeroso habitante de estas aguas: la lucioperca. Dado que no hay en general mucha profundidad -dos o tres metros a lo sumo en los puntos más profundos- entraran prácticamente a cualquier imitación de pez o incluso a cucharilla. A pesar de que lo normal es conseguir ejemplares de pequeño tamaño, las hay verdaderamente grandes.

Pesquera al anochecer
Lucioperca capturada al anochecer con cucharilla cerca de la orilla.

Tratándose del Río Duero con lo que ello supone, tampoco sería de extrañar que apareciera en escena prácticamente cualquier otra especie como por ejemplo la boga del duero, también se habla de alguna captura esporádica de lucio e incluso de trucha, pero estas últimas son opciones muy remotas. También veremos cangrejos rojos paseando por las orillas.

Por último, en caso de buscar carpas, debemos hacerlo en zonas donde las aguas estén más paradas y la pesquera no es una de ellas.

Aparcar no debería ser un problema, existiendo un descampado cercano al camino de tierra.

Zona de aparcamiento

Embalse de las Navas del Marques

El doble pantano de las Navas del Marques situado en la provincia de Ávila, tiene una capacidad aproximada de 2 hm3 y es alimentado fundamentalmente por el Arroyo de Valtravieso. Está compuesto de un antiguo y más pequeño embalse construido en 1972 y de otro más grande y de más reciente creación terminado en 2008. Son aguas libres en las que tan solo necesitaremos nuestra licencia de pesca comunitaria para pescar durante todo el año.

Cerca de los pantanos veremos generadores eólicos que crean un curioso paisaje.

Ambos se sitúan a una altitud en torno a la cota de los 1.300m, lo que los convierte por tanto en pantanos muy fríos.

El embalse antiguo, situado al oeste, tiene orillas suaves de fácil acceso. Lo ideal es aparcar cerca de la carretera y cruzar la propia presa para dirigirnos hacia la desembocadura del Arroyo de la Rosada y de la cola del pantano.

Foto tomada desde la desembocadura del Arroyo de la Rosada.
Cola del pantano viejo.

Hace una década el lugar tenía truchas comunes, pero a raíz de una sequía que lo desoló parece que lo único que encontraremos en él serán carpas y percasoles.

Foto tomada desde la presa antigua.

El pantano nuevo, situado al este, lo distinguiremos fácilmente por que tiene un par de islotes dentro de la masa de agua. Podemos cruzar la presa con el coche y aparcar en la orilla norte, desde donde nos será fácil llegar al agua tras pasar una verja. En esta masa de agua encontraremos algo más de diversión, pues además de las carpas y percasoles también hay lucios. Eventualmente se dice haber capturado alguna trucha común en sus aguas, pero no es algo con lo que podamos contar ni mucho menos y hemos de recordar que si nos tocase esa lotería su devolución al medio es obligada.

En la foto podemos ver el islote más cercano a la cola del pantano.

Ante la ausencia de cangrejos o de una mayor variedad de peces pasto los lucios no han alcanzado grandes tamaños, aun así, podremos obtener ejemplares de un par de kgs y una jornada divertida.

Pequeño lucio, capturado con una cucharilla del número 3 dorada con puntos rojos.

Las mejores zonas del pantano nuevo parecen ser; la zona de la presa para depredadores o la cola del pantano para carpas, no obstante, la cola del pantano nos resultará más complicada de transitar por la maleza. La profundidad media no es excesivamente alta, pero si queremos encontrarla la parte indicada es a la derecha del islote cercano a la presa según se ve en la siguiente foto:

Islote cercano a la presa, en la zona derecha según se ve en la foto podemos encontrar bastante profundidad.

Una opción intermedia para pescar tanto carpas como lucios es la desembocadura del Arroyo del Bornal

Desembocadura del Arroyo del Bornal.

AREC Embalse de la Aceña

El pantano de la Aceña, con una capacidad de 24 hm3 está situado en la provincia de Ávila, al lado del pueblo de Peguerinos y muy cerca de la frontera con la Comunidad de Madrid.

El pueblo de Peguerinos de fondo

Sirve de abastecimiento de agua potable a los pueblos de la zona, además de existir un transvase a través de un túnel que hace llegar sus aguas al embalse de La Jarosa cuando es necesario.

Sus aguas reposan a 1.350m de altitud, lo que lo convierte en un pantano muy frio. Sus orillas son por lo general suaves, no encontrando gran profundidad cerca de ellas. Sus formas son angulosas, teniendo cuatro reculas muy marcadas en las que desembocan diversos arroyos.

Cola del pantano

Este escenario es de una extraordinaria belleza, rodeado de un bosque de pinos alternado de matorrales bajos nos hará liberarnos de cualquier estrés que podamos tener.

Recula oeste

Al tratarse de un AREC (Aguas en régimen Especial Controlado) se permite la pesca incluyendo la modalidad con muerte exceptuando los lunes y jueves que son días sin muerte. El cupo es de dos truchas con talla mínima de 25 cm desde el tercer sábado de marzo hasta el 15 de julio. Desde ese día hasta el 15 de octubre se podrá pescar todos los días utilizando exclusivamente anzuelos sin muerte y sin extracción de truchas autóctonas. El uso de lombriz solo está permitido los martes, miércoles y viernes. Dado que la población de truchas es actualmente muy reducida en el entorno, recomendamos encarecidamente su devolución al medio para permitir su proliferación.

En los días con muerte, deberemos sacar el correspondiente pase gratuito en la web de la junta (https://servicios.jcyl.es/cope/pagina-principal.action). Una vez alcanzado el cupo de trucha común, la acción de pescar deberá practicarse en la modalidad de pesca sin muerte. La cantidad de pases de control diarios en este AREC es de 68 asientos.

Antiguamente era un gran sitio para la pesca de la trucha común, no obstante, su presencia fue disminuyendo radicalmente, aunque en los últimos tiempos parece haber recuperado un poco su población, pudiendo obtener alguna captura esporádica. Tal vez la mejor zona para intentarlo sea la zona más cercana a la presa o en la desembocadura de alguno de los arroyos.

Las carpas y los barbos campan a sus anchas, ya que al ser zona truchera existen las limitaciones de cebos, cañas, etc, que complican su captura. Una opción muy loable es tratar de capturarlas a mosca seca con cola de rata, utilizando imitaciones de insectos de tipo hormiga alada, avispa, etc.

Carpas paseando en superficie

Hay una clara población de blackbass, aunque al tratarse de un entorno tan frío no suelen tener un gran tamaño, y solo estarán realmente activos en los meses más calurosos.

Como pez pasto veremos a las percasoles, algunas tan grandes que hasta nos entraran a cucharilla. También sirve de alimento el cangrejo rojo presente en todo el pantano.

Hay un carreterin que nos permitirá llegar a casi cualquier punto del pantano, sin embargo, está cortado desde la recula este donde desemboca el Arroyo de Navalacuerda, hasta la presa.

Imagen tomada en la recula este

AREC Embalse del Pontón Alto

Foto de la presa.

El pantano del Pontón Alto está ubicado en la provincia de Segovia, cerca de la capital. Tiene una capacidad de 7 hm3 y posee 12 kilómetros de suaves orillas a su alrededor. Encontraremos un aparcamiento grande cerca de la presa, desde el cual podremos dirigirnos a la orilla que más nos convenga.

Encontraremos caminos a su alrededor que nos facilitarán el transito.

Al tratarse de un AREC (Aguas en régimen Especial Controlado) se permite la pesca incluyendo la modalidad con muerte exceptuando lunes y jueves que son días sin muerte. El cupo es de dos truchas con talla mínima de 21cm desde el tercer sábado de marzo hasta el 30 de junio. Desde ese día hasta el 15 de octubre se podrá pescar utilizando exclusivamente anzuelos sin muerte y sin extracción de especies autóctonas.

En los días con muerte, una vez alcanzado el cupo de trucha común, la acción de pescar deberá practicarse en la modalidad de pesca sin muerte.

Al ser aguas trucheras, recogiéndonos a su normativa solo se puede utilizar una caña y tiene las limitaciones de cebos habituales en este tipo de masa (mejor consultar orden de vedas).

Como se puede ver en la imagen, el fondo se alterna entre herbaceo y arenoso.

En estas aguas podremos pescar carpas y barbos en abundancia, también es posible pescar las anteriormente mencionadas truchas, aunque su población es bastante exigua. En las épocas proclives para ello también encontraremos bogas. Como pez pasto encontraremos gobios y percasoles.

En época de freza un barbo nos puede dar una sorpresa incluso a cucharilla.
Con cucharillas pequeñas pueden dejarse ver las de siempre…

A pesar de su cercanía con la capital de provincia tiene una presión de pesca moderada, lo que nos permitirá conseguir buenas capturas si los peces se animan. Para la pesca de ciprínidos todo el perímetro del AREC es adecuado.

Orilla izquierda aguas abajo. De fondo la Sierra de Guadarrama y el Palacio de Santa Cecilia.

En la orilla izquierda aguas abajo, si vamos en dirección al puente de la CL-601, encontraremos primero suaves orillas con reculas de agua remansada que luego irán dando paso a zonas de mayor profundidad cerca del puente.

Recula con aguas remansadas.
Puente de la CL-601 donde acaba el AREC.

Si vamos en busca de truchas, la zona más adecuada es la zona norte del pantano, especialmente las desembocaduras de los arroyos de San Bartolomé y del Arroyo de la Toya. En este último debemos tener cuidado pues desde el mismo hacia el este ya no es AREC, si no que está vedado, pudiendo pescar por tanto solo en la orilla oeste de su desembocadura.

Entre los dos arroyos mencionados anteriormente, existe un saliente de tierra que se adentra en el agua a modo de península. Hemos de advertir, que a pesar de que el baño no está permitido en este pantano, la gente se baña y concretamente este saliente es zona nudista.

En la cola del pantano desemboca el Río Cambrones, conocido por albergar una buena población de truchas, pero esta zona esta dentro de la zona vedada por lo que no podremos pescar aquí.

Mapa del embalse

Embalse de Zamanes o Encoro de Zamáns

El embalse de Zamanes, perteneciente a la provincia de Pontevedra, tiene una capacidad de 2,2 hm3. En el desemboca el Río Vilaza también conocido como río Amial. Hasta la construcción del Encoró del Eirás, era el único sistema de abastecimiento de agua potable para la ciudad de Vigo.

El humilde creador de este blog pescando en la recula norte

Sus aguas son muy limpias, como suele ocurrir en estas latitudes, se encuentra rodeado de un frondoso bosque que nos obligará al uso del vadeador en caso de que esté a tope de agua, aunque por suerte o por desgracia esto no es muy habitual.

Aguas muy limpias con fondos herbáceos y/o arenosos

Está permitido pescar en él todo el año. Sobre peces, encontraremos truchas comunes (que solo podremos extraer en época truchera respetando el cupo y talla), blackbass, percasoles y su más recién llegado invitado las carpas.

Imagen de la presa

Si nos hallamos en la búsqueda de truchas comunes, las mejores zonas para probarlo son los alrededores de la presa en ambas orillas y la desembocadura del Río Amial. Además de la recula donde entra dicho río, existen otras dos reculas (norte y sur) donde tal vez nos sea más fructífera la búsqueda de carpas y blackbasses, no obstante, según su actividad podrán estar en cualquier punto del pantano.

A pesar de tener un hermoso entorno que merece la pena visitar, hay que tener en cuenta que su proximidad a la ciudad de Vigo lo somete a una gran presión de pesca, siendo un pantano donde es muy difícil obtener capturas.

Como consejo (aplicable también a otros pantanos), si las condiciones lo permiten a introducir a ras de agua un pequeño señuelo por debajo de las ramas de la orilla puede deparar agradables sorpresas.

Ramas por encima del agua donde a veces se refugian algunos peces

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AREC del Barco de Ávila

El AREC del Barco de Ávila es un tramo acotado del Río Tormes de aproximadamente cinco kilómetros. Es uno de esos sitios míticos en los que varias generaciones de pescadores han aprendido a lanzar las cañas en sus aguas.

puente barco de ávila
Foto desde el puente románico de El Barco de Avila

Siendo AREC, se pueden extraer dos truchas por persona y día con talla mínima de 25cm -excepto lunes y jueves, que son sin muerte- siendo obligatorio sacar el permiso diario de carácter gratuito. Dado el alto número de plazas, en general no será un problema conseguirlo a través de la web de permisos sobrantes de la junta de Castilla y León.

Las épocas aproximadas de pesca con esta normativa son de mediados de marzo a mediados de julio, momento en el que pasa a ser tramo sin muerte hasta mediados de octubre; donde se veda definitivamente hasta la temporada siguiente. Es mejor consultar anualmente la orden de vedas para asegurarnos de las fechas.

La zona pegada al pueblo de El Barco de Ávila es probablemente la mas cómoda de pescar, y probablemente donde más capturas se obtienen. El mayor atractivo es la trucha común, aunque también podremos pescar bogas, bordallos (también llamados escalos) y en menor medida barbos.

pescador a la leonesa
Imagen de un hombre pescando “a la leonesa” debajo del puente

Una buena idea es pescar debajo del emblemático puente románico, y seguir aguas abajo hasta la primera pesquera desde la que también se pesca cómodamente. Si continuamos bajando, en los pilares del siguiente puente encontraremos una buena profundidad que tal vez nos invite a pescar con cebos más plomados.

pesquera
Foto desde encima de la pesquera aguas abajo
segundo puente
De fondo el segundo puente aguas abajo

Si decidimos ir aguas arriba del puente románico, encontraremos en general zonas con menos profundidad y mayor corriente, con saltos de agua en los que se apostan las truchas esperando a que les llegue por si sola la comida.

Saltos de agua

Más arriba aún, nos veremos en un Tormes tal vez menos modificado, más salvaje, que se intercalara con playas fluviales hasta llegar a otra pesquera cerca de “El alto de la Somadilla”. Alrededor de esta pesquera tendremos poca profundidad, y nos será fácil realizar buenos lances, no obstante, suele ser más dada a la pesca de bogas que de truchas.

El alto de la Somadilla
Pesquera cerca de “El alto de la Somadilla”

Como cebos y señuelos, lo más habitual es pescar a mosca (ya sea con cola de rata o a la leonesa), y cucharillas del número 0 al 3. Si bajamos mucho el número de la cucharilla, a veces nos sorprenderá alguna boga clavándose en el anzuelo, pero si lo subimos seguramente no nos picará nada puesto que desgraciadamente el tamaño de las truchas ha ido disminuyendo en los últimos años.

aguas arriba pesquera
Último tramo del AREC aguas arriba