Este embalse de 11 hm3 y cristalinas aguas tiene actualmente una situación curiosa, pues es coto truchero pero… no hay truchas. En su día se hacían sueltas de trucha arcoíris que convivían con las truchas autóctonas, y se dice que en sus aguas han llegado a haber salvelinos, blackbasses, cachos y prácticamente cualquier especie que imaginemos. Hoy en día parece ser que solo quedan cuatro a los que no podamos considerar residuales; carpa, gobio, lucio y percasol.
La ausencia de grandes depredadores y la poca presión de pesca ha posibilitado carpas de gran tamaño, no obstante, dado que es zona truchera, y que como ya sabemos en estas zonas no se puede cebar y tan solo se puede usar una caña al mismo tiempo, nos resultará difícil sacar una del agua. Los gobios y percasoles son abundantes en sus orillas, sirven de pez pasto para el único pez depredador que hay actualmente (el lucio). El lucio no debe llevar muchos años en estas aguas, no obstante, lleva los suficientes como para encontrar ejemplares de al menos 3kg.
La orilla este, que va desde la presa hasta la desembocadura del Río Navacerrada es más escarpada y algo mas costosa de andar, sobre todo si el nivel del agua es elevado.
Es tanto en esta parte, como en la zona norte de orillas muy suaves y donde desemboca algún arroyo, las mejores zonas para tentar a los lucios. Como ya decimos, en la parte norte las orillas son extremadamente suaves, llegando a haber tan solo 30cm de agua a cinco metros de la orilla. Esto nos hará obligado pescar con vadeador para acercarnos a zonas con más profundidad. Para este fin, nos puede ayudar la existencia de una antigua carretera que se introduce en el agua, además los lucios tienden a apostarse a sus lados.
En la orilla oeste, con playas fáciles de transitar, parece ser un sitio más adecuado para buscar las carpas y menos fructífero para los lucios.
Las vistas son de pura montaña ya que nos encontramos a más de 1.100m de altitud, pudiendo ver de lejos “la maliciosa” en todo su esplendor. Esta altura provoca que las aguas sean bastante frías, por lo que los meses más adecuados son los de temperaturas más elevadas que es cuando los peces tendrán mayor actividad.
Como comentábamos al principio, a pesar de que no hay truchas y no se hacen sueltas, sigue considerándose coto truchero, esto significa que para pescar en sus aguas tendremos que sacar nuestro preceptivo permiso de pesca diario en la web de la Comunidad de Madrid (https://gestiona.madrid.org/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf), cuyo precio general es de 6,75€. Desde Pesca en España creemos que la situación actual de este embalse no tiene mucho sentido, y es que ya son varios años los que lleva en este estado y desde la administración deberían hacer algo al respecto. Si se cobra como coto truchero debería haber sueltas de truchas arcoíris, o lo que es mejor, intentar repoblar truchas comunes, pero en caso de que no tengan a bien realizar nada de esto al menos deberían declararlo como aguas libres y no mantenerlo como coto.