AREC DEL MOLINO DE LA VILLA

Molino en estado ruinoso que da nombre al AREC

En esta ocasión, desgraciadamente, nos toca hacer una entrada bastante más critica de lo habitual, y con más miras a hacer visible y denunciar la situación del Río Moros que a ofrecer un nuevo sitio donde pescar. Ya adelantábamos en la entrada del embalse de los Ángeles de San Rafael (https://pescaenespana.com/2022/09/18/embalse-de-los-angeles-de-san-rafael/), que lo del Río Moros daba para otra entrada bien larga, y no os estábamos engañando.

Si tuviéramos que resumir en un mapa el estado del Río Moros, este sería un buen ejemplo

Para ponernos en antecedentes, hemos de tener en cuenta que el Río Moros era, hace muchas décadas, uno de los mejores ríos trucheros de España, como si estuviéramos hablando hoy en día del Alto Tormes, el Órbigo, el Porma, el Cares, el Sella o cualquiera de esos míticos lugares a los que hoy en día los pescadores hacen viajes de cientos de kilómetros para estar unas horas en sus aguas.

Zona del puente de la SG-A-7225

El AREC del Molino de la Villa, considerado como “Aguas Trucheras”, se sitúa en la provincia de Segovia, pasa cerca de las poblaciones de El Espinar y La Estación, las cuales pertenecen al mismo término municipal. Su longitud es de unos 5,30 km, siendo su límite superior la Confluencia con el arroyo Bollos mientras que el límite inferior se sitúa en el Puente antiguo de la Ctra El Espinar-Segovia. Su período habitual de pesca comprende del 20 de marzo al 30 de junio, siendo sin muerte los lunes y jueves, y con muerte el resto de los días. Asimismo, tiene un limite de 7 pescadores por jornada que deben sacar el pase a través de la web de la Junta antes de acudir.

Puente antiguo de tres ojos que sirve de margen inferior del AREC: el ojo de la izquierda de la imagen está totalmente bloqueado por maleza y residuos, lo que supone un grave riesgo en caso de producirse lluvias torrenciales

Según la normativa, el cupo es de 2 truchas con un tamaño mínimo de 21 cm.

La cabeza de vaca cumple el tamaño mínimo. Si en vez de pescar, queremos montar un puzzle, tenemos su esqueleto completo esparcido a lo largo de dos kilómetros de río.
A la derecha de la imagen podemos ver la incorporación del Río Gudillos en el Río Moros. Este afluente corre la misma suerte que el Moros, solo que sustituyendo el puzzle de la vaca por el puzzle de trozos de muñecas rotas.

En las siguientes imágenes de determinados puntos, podemos vislumbrar la belleza de la que gozó el río en sus buenos momentos:

Al tratarse de un AREC, se rige por unas normas muy estrictas, entre ellas, desde el uso de lombrices limitado a martes y viernes hasta el hecho de solo poder utilizarlas con un anzuelo cuya “asta” sea mayor de 9 mm y la longitud total del anzuelo superior a los 25 mm.

Esta parte es importante: antes de ver las imágenes y el resumen que viene a continuación, imaginémonos por un minuto a un pescador teniendo que medir con una regla y una lupa si el “asta” de sus anzuelos superan los 9 mm.

Vallas oxidadas en medio del cauce y atadas a los árboles
A lo que parece, las vallas han sido sustraídas al ayuntamiento de Segovia para crear estas barreras; queremos creer que la Administración no ha colaborado en esto
Parte de un bidón de acero oxidado y corroído; el resto del mismo se puede encontrar diseminado por el río.
El bidón no es lo único de lo que encontraremos restos

Desde Pesca en España, intentamos dar una información lo más fiel y veraz posible a la realidad; para ello, hemos recorrido durante la temporada este tramo del rio en diferentes ocasiones.

Recorrer el tramo no ha sido tarea fácil, al tener que pasar por sitios como este donde se esconden alambres entre la vegetación y los márgenes laterales están vallados
En este punto, no nos quedó otro remedio que pasar literalmente a gatas por el agua

Los diques creados por el total abandono bloquean constantemente el río, haciendo imposible el tránsito de cualquier pez:

Según la normativa, se fija una dimensión mínima para la extracción de las truchas, habiendo durante esta temporada al menos ocho dimensiones diferentes que van desde los 21 cm hasta lo 40 cm de tamaño mínimo. Entendemos, pues, que alguien debería tener algún tipo de criterio, que incluso se apoyase en estudios de la ictiofauna, para poder conocer la densidad de peces y su tamaño actual en un tramo para después aplicar algún tipo de fórmula matemática a la hora de establecer las dimensiones mínimas de captura. Eso sería lo normal; eso sería una de las tantas tareas que tendrían que estar realizando los administradores que cuidan de nuestros ríos con el dinero de las licencias, pases de cotos, impuestos, etc.

Los triples alambres de espino son una constante, tanto en el cauce como en sus márgenes. Según el Código Civil, deben dejarse varios metros desde la zona de servidumbre del río antes de que alguien pueda vallar el margen. Aquí no es que ese alguien se haya adueñado de las zonas de servidumbre o de las riberas, es que directamente se ha anexionado el río a su terreno.

Dicho esto, ahora nos gustaría que alguien nos explicase cómo el técnico forestal correspondiente ha obtenido el resultado de 21 cm (el tamaño mínimo aplicable) teniendo en cuenta que diferentes personas a lo largo de la temporada no hemos sido capaces por más que lo hayamos intentado, ya no de pescar, si no de divisar una sola trucha en un rio de aguas cristalinas que, en algunos tramos, apenas tiene un par de metros de ancho. No parece muy sensato ni sostenible… ¿no? Además de que los AREC deberían situarse en zonas donde ya de por si haya suficiente abundancia de peces como para que cada pescador pueda extraer un par de truchas diarias. Vamos, los peor pensados dirían que han puesto este AREC a ciegas desde un despacho en un edificio público para hacer ver que se está realizando alguna función, porque, desde luego, de otra forma no es entendible. Y eso es lo más gracioso: como alguien ha sido tan incapaz e incompetente como para poner un AREC en un sitio tan sumamente nefasto y dejado de la mano de Dios, el mero hecho de enviar a pescadores allí, atraídos por los pases que se pueden sacar a través de la web de la Junta, destapa sus propias vergüenzas. La expresión de “pegarse un tiro en el pie” se queda corta.

Después de encontrar esta reliquia en medio del cauce, podemos hacernos una idea de cuánto hará que no se hace una limpieza aquí

Lo que si hemos sido capaces de ver han sido gobios y bermejuelas, estas últimas aparecen recogidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en la categoría de “Vulnerable” y, por tanto, deberían recibir un trato preferente por parte de los gestores.

Ejemplo de bermejuela

En el siguiente artículo, titulado “El Timo del AREC del Molino de la Villa (Río Moros)” y fechado el 30 Abril 2014, podemos ver que la situación ya era parecida por entonces (y de eso hace casi una década): https://www.acueducto2.com/el-timo-del-arec-del-molino-de-la-villa-rio-moros/5442

Por otra parte, los miembros de la “Asociación de Pescadores por la Conservación de los Ríos” junto con miembros de la “Asociación Ecologista CENTAUREA” realizaron un muestreo de especies en el 2009, en el que se observó que la situación de los alambres de espino y demás ya era igualmente insostenible. En dicho estudio, se constató que mientras que en las partes cercanas a La Panera existían hasta 20 macroinvertebrados diferentes, en el tramo aguas abajo del pantano de Los Ángeles de San Rafael tan solo se encontró un macroinvertebrado (larva de mosquito), además de no encontrarse ningún vertebrado acuático.

El estudio puso de manifiesto la absoluta asfixia a la que se somete al Río Moros aguas abajo de la presa de Los Ángeles de San Rafael, donde ya no es que no haya peces, sino que no quedan insectos siquiera, y por no haber, no hay ni agua en épocas de estío con el fin de poder mantener las actividades lucrativas que se realizan en el pantano (Cable-ski, motos acuáticas, barcas de recreo…) sin respetar un mínimo caudal ecológico.

Si queremos descargar el estudio completo, basta con poner “http://apcr-pesca.es › memoriamoros” en el buscador de Google; la primera entrada nos remitirá al documento.

A pesar de que el objeto principal de nuestro blog es orientar a los pescadores acerca de nuevos sitios donde practicar su afición, es nuestra obligación moral reportar las negligencias y estados de abandono extremo que encontramos en la práctica de nuestro deporte, como es este caso. Por tanto, se han hecho llegar las imágenes del lamentable estado del río y de todas las vallas, residuos, objetos inadecuados y modificaciones del cauce al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) con el fin de que las estudien y realicen las actuaciones que consideren necesarias. También se hará llegar todo lo comentado con anterioridad a diferentes asociaciones ecologistas.

En la parte más cercana a “La Estación de El Espinar”, el río está en mejor estado. Casualmente, es una zona más visible, transitada, y está cerca del área recreativa de La Panera pudiendo encontrar alguna poza en buen estado
Si hemos recorrido el AREC remontando el río, al llegar a este punto, podremos alegrarnos porque se estará acabando la tortura; sin embargo, si llegamos al caer la noche nos podrán salir a recibir multitud de murciélagos en este túnel

El murciélago no es el único curioso animal que campa por aquí a sus anchas; también nos podemos cruzar con vacas, burros, caballos, cerdos, y velutinas, además de visones americanos escapados de una antigua granja en el municipio, los cuales, por cierto, se han extendido actualmente desde esta zona a Valladolid, Ávila, Zamora, Cáceres, Toledo, Madrid y Guadalajara.

También habitan en estas aguas tanto el cangrejo rojo como el señal , pero el Río Moros aguas arriba de la presa de Los Ángeles de San Rafael no está incluido en la “delimitación cartográfica de la pesca del cangrejo rojo y señal” por lo que no hay barreras a que estás especies invasoras se extiendan devorando las puestas de los pocos peces autóctonos supervivientes.

Sobre esta tecnología punta, solo diremos que según se van deshilachando los sacos, sus restos se quedan en las riberas tal y como se ve en la siguiente imagen:

El grado de abandono y permisividad es tal, que alguien ha decidido construir su propio azud con trozos de un tejado para retener el agua. La modificación del cauce es una infracción muy grave y, por tanto, debería ser sancionada con una multa de 10.000,01 € a 60.000,00 €.

Desde Pesca en España sugerimos los siguientes pasos:

  1. Eliminación total del AREC del Molino de la Villa: aunque sea por vergüenza, aunque sea por no hacer a pescadores coger el coche decenas o cientos de kilómetros para ir a pescar a un vertedero a esquivar alambres de espino triples, zarzas capaces de partir en dos el vadeador, vallas cruzadas, restos de animales muertos, murciélagos, velutinas, diques creados por castores nucleares y, por supuesto, vacas preñadas acechando, con su consecuente peligro. De verdad; por seguridad, por higiene, por dignidad, por decencia… no traigan a gente a pescar aquí.
  2. Investigación y sanciones: tanto a los propietarios de las fincas aledañas que hayan convertido el río en su abrevadero particular, como a los responsables forestales que han hecho caso omiso durante décadas del estado del río.
  3. Limpieza exhaustiva del río: harán falta muchos y grandes sacos para quitar toda la basura de este sitio.
  4. Adecuación de la vegetación y deslinde: no es aceptable que un río emblemático en zona truchera sea intransitable.
  5. Repoblación de truchas: no es difícil; la línea genética está en los embalses de cabecera, por lo que solo hay que ayudar a las truchas a dar el salto.
  6. Mantenimiento y vigilancia durante todo el año: hay muchos agentes forestales en la zona equipados con todoterrenos; tan solo se pide que dejen un hueco en el aprovechamiento cinegético -en el que parecen estar centrados en exclusiva- y se aseguren de que no se mueren los peces por la falta de mantenimiento del caudal ecológico o causas similares. Es remarcable indicar que se han producido mortandades de truchas en el embalse del Tejo por falta de oxigenación, mientras que el embalse del Vado de las Cabras situado 500 metros aguas arriba estaba lleno. Esas situaciones no deberían darse y, si se dan, deberían cursarse denuncias a los gestores responsables.
  7. Escala de peces: visto lo visto, esta última parece una utopía, si bien deberían construirse escalas para peces en los diferentes embalses.
Sería interesante determinar quién vierte qué con esta manguera semisoterrada situada en 40°44’40.3″N 4°12’16.8″W, desde dónde y con qué permiso.

Confiamos en que se tomen medidas por parte de la Administración y la próxima temporada encontremos el Río Moros en el estado que merece y, sobre todo, en el que merecen las futuras generaciones. Si así fuera, felicitaríamos a los agentes involucrados en lograrlo, pero, hasta que llegue ese momento, dejaremos está entrada a modo de registro de lo que hay en la actualidad.

Por último, incluimos el resto de imágenes de vallas, huesos y residuos encontrados por el camino con el recordatorio de que este río provee agua a diferentes núcleos de población :