Con un solo hm3, este embalse con pinta de lago y perteneciente a Segovia, se construyó a finales de los 60 en pleno apogeo de Jesús Gil que impulsó su creación en las inmediaciones de un hotel para atraer nuevos habitantes a su urbanización.
La realidad, es que este pantano ha asfixiado al Río Moros, en su época (muy lejana) uno de los mejores rios trucheros de España ya que al parecer no se ha respetado el caudal ecológico acordado para que los gestores pudieran seguir manteniendo las actividades recreativas que se realizan en el agua (paseos en canoa, esquí acuático sobre tabla arrastrados por cuerdas…)
Lo que era el Río Moros aguas arriba del embalse y lo que es hoy en día daría para otra entrada, pero lo cierto es que el hecho de no haber mantenido el caudal aguas abajo ha producido que el río se seque en varias ocasiones aniquilando cualquier vida acuática desde el embalse hasta el Río Eresma donde desemboca.
El embalse está catalogado como Aguas trucheras con excepciones de fecha de inicio y cierre, siendo pescable tanto en las modalidades con y sin muerte del 19 de marzo al 15 de octubre (al menos según la web de la junta). Sobra decir que aquí no hay truchas desde hace décadas.
Podemos separar la masa de agua en dos tramos bien diferenciados, una sería la entrada del Río Moros en el pantano y otra la zona del lago y el hotel.
En la zona de entrada del río encontraremos corriente, agua más oxigenada, poca profundidad y accesos complicados siendo posible llegar al agua desde pequeños senderos cercanos al campo de golf. Aquí es el sitio más indicado para intentar capturar algún barbo o boga.
La zona del lago tiene el agua muy parada, probablemente con una oxigenación baja y es el lugar ideal para buscar carpas (algunas de buen porte) o entretenernos con los cientos de percasoles que atacaran cualquier cosa que caiga al agua. Si vamos a esta zona es conveniente evitar las horas de actividad del parque nautico, pues mientras haya “surferos” realizando wakeboard será misión imposible conseguir resultados.
La pesca aquí es cómoda pues tenemos una pasarela por la que podemos circular, pero es imprescindible llevar una sacadera larga para sacar a los peces del agua.
Por último, existe una opción intermedia que es bajar la ladera del llamado “puente del deseo”, por pequeñas veredas de cazadores, no obstante, es extremadamente escarpado y peligroso. No apto para todos los públicos.
Hay otro embalse llamado “del carrascal” casi al lado, y que se seguramente conecte a este a través de canalizar el llamado “Arroyo Maderos”. Salvo que alguien lo desmienta, esta otra masa de agua no tiene otra cosa que percasoles pues la eutrofización de sus aguas es total no mereciendo la pena acudir a sus orillas.
-Actualización 2023- Nos han informado de que en el embalse del Carrascal hay carpas, pero no hemos podido confirmarlo personalmente.