Situado al norte de Leganés, encontramos el Parque Lineal Arroyo Butarque; y dentro de este, el Lago Butarque ejerciendo de corazón del mismo. Embalsa las aguas del Arroyo de la Canaleja o Butarque después de nacer en el término de Boadilla del Monte y haber pasado por Alcorcón y el barrio de La Fortuna.
Unos kilómetros aguas abajo, el arroyo queda canalizado para acabar vertiendo sus aguas en el Río Manzanares.
Aunque el entorno del lago en sí es bonito e invita a pasear o montar en bici, está rodeado de carreteras y polígonos. Esto, sumado a que como ya hemos comentado el agua pasa por diferentes zonas urbanas hasta llegar aquí, hace que encontremos unas aguas en un estado por lo general poco higiénico, estando siempre tupidas y encontrando multitud de deshechos plásticos en las orillas y en el cauce del arroyo.
La modalidad de pesca es de captura y suelta, siendo necesario tan solo tener nuestra licencia de pesca en vigor para poder hacerlo. Antiguamente esto era un coto gestionado por una sociedad de pescadores y era necesario sacar un permiso diario, pero a raíz de unas mortandades debidas a varios vertidos en las que murieron miles de peces, fue dejando de estar gestionado por la sociedad.
Las especies presentes son fundamentalmente la carpa y la percasol. En momentos puntuales se capturaban algunos blackbass pero esto ya no ocurre hoy en día.
Hay diferentes puestos adecuados para la pesca alrededor de la masa de agua, donde podremos colocar sin problema nuestras cañas. La espadaña abunda en las orillas especialmente en la cola del lago.
Los ejemplares de carpa presentesno suelen superar los 5kg, siendo un sitio ideal para probar nuevos aparejos, técnicas, enseñar a niños o simplemente matar el gusanillo. La presión de pesca es enorme, de manera que deberemos tener paciencia para conseguir engañar a los ejemplares que fundamentalmente se capturan pescando a fondo. Este último punto dará un toque de complejidad, porque el agua está plagada de cangrejos rojos americanos que tocaran constantemente nuestros cebos provocando falsas picadas.
Respecto a profundidad, tendremos desde apenas unos centímetros en la desembocadura del arroyo, hasta dos metros y medio en la zona de la presa.
Hoy por hoy dista de ser la maravilla que fue en su día, no obstante, sigue siendo un lugar interesante para matar el gusanillo si vivimos en las proximidades.
Como tarea pendiente, el cauce del arroyo debería ser limpiado con mayor frecuencia:
El pantano de Valmayor con sus 124,4 hm³ es el segundo de la Comunidad de Madrid con mayor capacidad, tan solo superado por el Embalse de El Atazar. Está situado en el término municipal de Valdemorillo, no obstante, debido a su envergadura también ocupa tierras pertenecientes a El Escorial y Colmenarejo.
La procedencia de sus aguas es a veces confusa: El Río Aulencia es en teoría el principal afluente que lo alimenta por su dirección oeste, también recibe aportes desde el norte por el Embalse de los Arroyos que a su vez recibe las aguas del Arroyo Ladrón y el Arroyo del Charcón, pero, en realidad es el Río Guadarrama situado a varios kilómetros el que hace las mayores aportaciones mediante un trasvase en túnel que desemboca en el Arroyo del Tercio también en su parte norte.
Por último, en caso de necesidad, puede recibir las aguas del Río Alberche mediante otro trasvase en túnel proveniente del Pantano de Picadas y que desemboca en la cola sur. Este aporte se utiliza solo en momentos realmente necesarios pues el agua ha de ser elevada para llegar aquí mediante dos estaciones de bombeo -llamadas San Juan y Colmenar del Arroyo II- que ocasionan un gasto energético importante en el proceso.
Fue considerado como aguas libres no trucheras hasta el año 2015, cuando debido a las matanzas indiscriminadas de peces que se realizaban por parte de algunos pescadores, y a la cantidad de basura dejada en las orillas llevó el sitio a una situación crítica e insostenible. Desde entonces tomó forma de coto de ciprínidos, con obligatoriedad de captura y suelta, con un coste por persona y día de unos 4€. A partir de ese punto, la mejora del entorno y de su fauna piscícola ha mejorado de forma notable, pero no nos engañemos, probablemente sigue siendo el pantano con mayor presión de pesca de toda España con la dificultad que ello supone para engañar a los peces.
Valmayor es uno de los embalses más emblemáticos de la Comunidad de Madrid, donde centenares de pescadores se han iniciado generación tras generación en la pesca. Las grandes carpassiempre han sido protagonistas en este escenario, también fue lugar de pesca para grandes lucios y durante algunos años fue un buen sitio para buscar basses, no obstante, aproximadamente desde hace una década todo eso cambio con una explosión demográfica de luciopercas que diezmó completamente al resto de depredadores.
Hoy en día se puede considerar un muy buen escenario para el carpfishing, y también para la pesca de luciopercas que se sienten especialmente atraídas por vinilos. Aunque en una cantidad muy inferior, sigue habiendo lucios. Si queremos atrapar alguno, la cucharilla puede ser una buena apuesta, ya que parece no ser tan atractiva para las luciopercas, pero sí para ellos. La presencia del blackbass, aunque real, es casi residual.
Sobre pez pasto, encontraremos unas percasoles particularmente recelosas, y también una abundante cantidad de cangrejo rojo americano. El pez gato negro está presente pero apenas ha proliferado y no suele molestar en la práctica del carpfishing.
En este entorno es muy posible que divisemos otros animales; hay nutrias verdaderamente grandes que a veces nos podrán dar un pequeño susto saliendo a superficie, visones, ratas de agua (que a pesar de lo que pueda parecer indica una buena salud del ecosistema), tortugas y multitud de aves.
Como curiosidad, en el año 2003 cundió el pánico porque varios ejemplares de cocodrilo -de hasta dos metros de envergadura- fueron avistados en el agua. Durante semanas, se realizó una búsqueda desde tierra mar y aire de estos animales, incluso se contrató al famoso naturalista Luis Miguel Domínguez para rastrear a los reptiles e instalar cebaderos con animales muertos para atraerlos. Nunca más fueron divisados ni aparecieron huellas o pruebas de su existencia, concluyéndose, por tanto, que seguramente se trataría de un visón o nutria que por sus estilos de nado llegan a dar lugar a confusión.
El terreno es extremadamente arenoso, habiendo poca vegetación o piedras excepto en zonas localizadaso en la parte sur del muro de la presa. Aprovechar cuando el nivel de agua esté bajo para aprenderse las estructuras sumergidas es una buena práctica aquí.
Hay varios aparcamientos útiles; uno en la urbanización de La Pizarrera, otro en el sur, cerca del trasvase de picadas, y el tercero y mayor de todos, cerca de la carretera M-505.
El coto de Angostura, situado en el Río Lozoya y con una longitud de 4,8km, es uno de los más históricos y emblemáticos de la Comunidad de Madrid. Está considerado aguas trucheras y el periodo hábil por lo general va desde el 1 de mayo hasta el tercer domingo de Julio. Durante dicho periodo es pescable todos los días en modalidad de captura y suelta (la única autorizada) excepto el jueves que permanece vedado. Tan solo se expiden 5 permisos por día con un precio general de 6,75€. Los ribereños tienen descuento además de 3 permisos aparte reservados todos los días. Dado que en principio no hay consorcio con ninguna asociación de pesca, solo se pueden obtener los permisos a través de la web de la Comunidad de Madrid: https://gestiona.comunidad.madrid/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf o presencialmente en sus oficinas.
Existe un concurso para la expedición de permisos en este coto, junto al de Rascafria II y Alameda III de la siguiente temporada, en el que nos podemos inscribir desde el día 1 al 30 de noviembre. Una vez celebrado el sorteo, entre los días 20 a 28 de febrero de la temporada en curso podremos elegir nuestras fechas por riguroso orden de acceso a la aplicación o tramitación presencial. Antiguamente en las épocas de bonanza y pesca con muerte este sorteo era importante, hoy en día con la pesca sin muerte obligatoria quedan multitud de permisos sobrantes por lo que no tenemos que preocuparnos en exceso por el concurso salvo que tengamos preferencia por pescar en una fecha muy concreta.
Este coto tiene como excepción que solo se permiten montajes de una línea con un solo anzuelo (nada de pescar a la leonesa con tres moscas y rastro).
Durante los casi 5km de coto, nos moveremos desde los 1500m de altitud en su limite superior hasta los 1300m en su parte inferior. La cobertura móvil es totalmente inexistente en todo el tramo ya que estaremos metidos en una garganta en una zona donde ya de por si apenas hay, de manera que es conveniente llevar abundante bebida, alimentos y un chubasquero o alguna prenda extra si existe la posibilidad de que nos vaya a llover.
Su limite superior, lo marca la unión de los arroyos Guarramillas y Peñalara, mientras que el inferior está situado a 300 metros de la Presa del Pradillo.
El Lozoya transcurre en este tramo unas decenas de metros más abajo paralelo a la carretera M-604 que va desde el Puerto de Cotos hasta Rascafría.
Lo que hace acudir a este lugar cada año a los pescadores es una buena abundancia de trucha fario -considerada por unos una subespecie de la trucha común, y por otros la misma especie- eso sí, de pequeño tamaño.
Casi todo el mundo que pesca aquí coincide en que el entorno esuno de los más bonitos en los que han usado la caña, siendo zona de montaña y de aguas claras.
La orografía de esta zona es relativamente escarpada, no obstante, el río ha ido alternando pozas con zonas de corriente a modo de escalones de manera que nuestra forma de pesca puede ser aplicable una y otra vez a lo largo del tramo. Dado que las truchas suelen estar en las pozas, podemos acceder a ellas por su parte trasera para no ser detectados, y realizar varios lances aguas arriba donde creamos (o veamos) que están situadas. Si tras varios intentos con un par de cucharillas o moscas diferentes no ha habido resultado, podemos continuar hasta la siguiente poza e iniciar de nuevo el ritual.
Se recomienda el procedimiento anteriormente descrito, puesto que si las truchas de una poza nos detectan y entran en “estado de alarma” seguramente ya no coman ni nos hagan caso hasta que desaparezcamos un buen rato de allí, siendo así preferible el buscar una nueva postura donde aún estén activas y no alarmadas.
Como ya hemos comentado, las truchas son por lo general pequeñas, teniendo que utilizar cucharillas del 0 o del 1 y moscas no muy grandes. Aun con todo y con eso, tendremos bastantes picadas fallidas, pero por lo general la diversión está asegurada.
A pesar de estar metidos en una garganta, encontraremos aquí el espacio suficiente para pescar con cola de rata sin grandes apreturas pues la vegetación no es tan cerrada como en otros tramos del Lozoya.
A modo de reto del siglo, o tal vez casi de broma, por motivos de gestión y mejora de las poblaciones de trucha común viene indicado en la orden de vedas que el primer miércoles de cada mes, se podrá permitir la captura con muerte de trucha común de talla superior a 40 cm -ya puestos podía permitirse también la extracción de esturiones-.
Los aparcamientos no abundan, y dejar el coche en un arcen de la carretera es sinónimo de multa. Hay dos pequeños parkings en los recodos que hace la carretera y otro en la zona del restaurante “La Isla”. El fin de semana conviene madrugar si no queremos quedarnos sin hueco.
La Laguna del Campillo es una antigua gravera de Madrid, que estuvo en funcionamiento hasta los años 80. En esa época, se llegó mediante la excavación al nivel freático, que sumado a las aguas de lluvia termino provocando que el agua llenara la cubeta.
Posteriormente se realizaron trabajos de reacondicionamiento del entorno, limpiando la zona, suavizando las orillas y realizando plantaciones vegetales para crear un sitio idóneo donde surgiera un nuevo ecosistema.
Los trabajos dieron sus frutos, y hoy en día es un lugar con una gran biodiversidad, donde por ejemplo encontraremos a muchos aficionados a la ornitología dado que se ha convertido en una zona de paso importante para las aves.
Está considerada como aguas libres no trucheras, pudiendo pescarse todo el año con la licencia de pesca de la comunidad autónoma, en la modalidad “sin muerte”. Según la orden de vedas, los márgenes definidos son: en sentido horario, desde el observatorio de aves situado enfrente de la nave techada de la fábrica de viguetas, hasta el inicio de la lengua de tierra situada frente al Centro de Educación Ambiental. En resumidas cuentas, se puede pescar la parte oeste pero no la este.
A nivel de ictiofauna, inicialmente se podría decir que esta laguna era el “paraíso del barbo”, en ella se capturaban de forma abundante y de generosos tamaños, no obstante, el paso del tiempo y las especies invasoras fueron deteriorando su población hasta reducirla de forma dramática. Hoy en día podemos ver en las orillas percasoles, gambusias y alguna bermejuela o tal vez calandino. A nivel de pesca deportiva lo que atrae de esta laguna es por un lado una población estable de carpas, en general de no mucho tamaño, y por otro lado otra población estable de blackbass. En el caso de los blackbass también encontraremos pequeños tamaños, pero está constatado que existen ejemplares que sobrepasan los 2kg a pesar de que no se dejan ver muy a menudo.
La laguna está situada muy próxima al Río Jarama, llegando en algunos tramos a estar a tan solo 50 metros de dicho Río. Tal vez, esto provoca que muy puntualmente aparezca algún lucio en sus aguas -mejor no saber cómo-, pero no es una especie que vayamos a encontrar por lo general. Este hecho nos brinda la oportunidad de alternar pescando en el río y en la laguna.
Conseguir capturas en la laguna es por lo general una tarea difícil, y desde luego existen otras masas de agua en las que tendremos más éxito por norma general, pero para los residentes en los alrededores del sur de Madrid es un buen lugar donde matar el gusanillo. También es interesante acudir en épocas frías ya que el agua de la laguna se mantiene a una temperatura más estable al no recibir el aporte directo de ríos o arroyos.
Si llevamos vadeador podremos entrar al agua en determinados puntos como el de la foto inferior para realizar lances paralelos a la orilla.
En caso de no llevar vadeador, estaremos algo más limitados pero siguen existiendo buenos sitios desde donde realizar lances:
Por último, comentar que hay muchas lagunas en la zona pero la mayoría están completamente vedadas, se recomienda consultar la orden de vedas en caso de querer explorar alguna.
El pantano de Santillana, situado a las faldas de la Sierra de Guadarrama en la Comunidad de Madrid, tiene una capacidad de 91hm3. Actualmente está considerado coto ciprinícola (aguas no trucheras) de manera que además de la licencia de pesca necesitaremos sacar un permiso, ya sea en la web de la Comunidad de Madrid o a través de la página web del Club Deportivo de Pesca de Santillana (el coste del pase general ronda los 4€):
Recibe las aguas del Río Manzanares, del Río Samburiel y de númerosos arroyos siendo probablemente el más destacado el Arroyo del Mediano.
Esta masa de agua tuvo fama durante décadas debido a los enormes peces que salían de ella, históricamente se realizaron los probablemente primeros concursos de pesca de lucios de España.
Hoy en día ya no se puede esperar la misma calidad de capturas de antaño, no obstante, sigue siendo un buen sitio donde encontrar lucios de dos cifras y carpas que pasan de los 20kg. La calidad del agua, a pesar de que suele estar algo enturbiada por el movimiento de la arena y las algas, es bastante buena, lo que a su vez se traduce en una gran ictiofauna.
Las especies principales a pescar son el lucio y la carpa. Como pez pasto; además de percasoles, veremos literalmente millones de alburnos, de tan variados tamaños que algunos entran hasta a las cucharillas pequeñas como si de un depredador se tratase.
En estas aguas hubo una población de blackbass, sin embargo, el lucio gano la batalla y tan solo quedan algunos ejemplares -de gran tamaño, eso sí- pero en un número prácticamente despreciable. En menor cuantía aún, se realiza alguna captura de trucha común (cuya devolución inmediata al agua es obligatoria) y parece que el último invitado que ha proliferado en gran medida es el escardino, al que pescaremos con pequeños cebos típicos del carpfishing pero que en determinadas épocas del año también nos sorprenderá atacando a cucharillas de hasta el número 3 o a pequeños vinilos.
Como comentábamos anteriormente, la trucha es de devolución obligatoria porque está vedada en este pantano, ocurre lo mismo con el barbo, aunque no parece que queden ejemplares de este último.
El embalse está dividido en tres tramos pescables con el mismo permiso permaneciendo el resto del perímetro vedado, se pueden pescar todo el año tan solo teniendo en cuenta que los lunes son de captura y suelta obligatoria.
Siguiendo la orden de vedas, los tramos denominados “A” y “C” van desde el Puente del Río Samburiel hasta el Punto de la margen izquierda definido por la trayectoria perpendicular a la ctra. M-608 a la altura de la rotonda de acceso a la urbanización «Peña del Gato» y hasta el Punto señalado a la altura de la finca del Espinarejo respectivamente.
El tramo B va desde “En margen izquierda, en la desembocadura del Arroyo de Chozas.” Hasta un “Punto distante unos 650 m del muro de la presa”.
En los tramos A y C, que vienen siendo la misma zona, pero en orillas opuestas, tendremos muy poca profundidad y en su mayoría fondo arenoso. Esta zona es ideal para practicar el carpfishing aunque la presión de pesca es elevada. Si queremos buscar algún depredador, lo mejor será acercarse a la desembocadura del Río Manzanares en el pantano donde se forma una recula con algo más de profundidad. Como se ve en el cartel, existen numerosos aparcamientos pero suele estar prohibido aparcar fines de semana o festivos, en este sentido es mejor cerciorarse unos días antes o dejar el coche en el propio pueblo.
El tramo B tiene por lo general mayores profundidades y es más apto para la pesca de depredadores, como sitio destacable hay un puente en la desembocadura del Arroyo de Chozas que cruza de un lado a otro toda esta zona creando un cuello de botella en su paso de agua. Solo podremos pescar hasta la mitad del puente -el límite está señalado con carteles-, pero la particularidad del lugar nos permitirá poder tentar a los lucios o dedicarnos a pescar alburnos a la vez que tenemos puesta una caña a las carpas sin movernos del sitio. A esta zona se puede llegar desde la carretera M-862 donde dejaremos el coche cerca de una instalación de hípica para continuar andando hasta la orilla.
El coto de alameda III es un tramo truchero sin muerte de la Comunidad de Madrid situado en el Río Lozoya a lo largo de 3,8km, su límite superior es el “Puente de Oteruelo del Valle” y el inferior el “Puente de Pinilla del Valle”, estando prohibido pescar cerca o debajo de este último. El período hábil habitual va del 2º domingo de marzo al 3er. domingo de julio, ambos inclusive. Dentro de este periodo se puede pescar todos los días excepto el jueves que está vedado.
Además de nuestra licencia de pesca, deberemos adquirir el permiso diario. Actualmente se distribuyen 9 permisos los días laborables y 15 los fines de semanas y festivos para no ribereños con un precio general de 6,75€. Los ribereños tienen descuentos además de 6 permisos aparte reservados todos los días. Dado que en principio no hay consorcio con ninguna asociación de pesca, solo se pueden obtener los permisos a través de la web de la Comunidad de Madrid: https://gestiona.comunidad.madrid/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf o presencialmente en sus oficinas.
Existe un concurso para la expedición de permisos en este coto, junto al de Angostura I y Rascafria II de la siguiente temporada, en el que nos podemos inscribir desde el día 1 al 30 de noviembre. Una vez celebrado el sorteo, entre los días 20 a 28 de febrero de la temporada en curso podremos elegir nuestras fechas por riguroso orden de acceso a la aplicación o tramitación presencial. Antiguamente en las épocas de bonanza y pesca con muerte este sorteo era importante, hoy en día con la pesca sin muerte quedan multitud de permisos sobrantes por lo que no tenemos que preocuparnos en exceso por el concurso salvo que tengamos preferencia por pescar en una fecha muy concreta.
Los cebos permitidos son los autorizados para CyS en la zona truchera de la Comunidad de Madrid, según la web de la comunidad esto es:
“En las aguas incluidas en la zona truchera:
Cebos naturales: lombriz de tierra, canutillo y gusarapa, montados sobre anzuelos sencillos.
Cebos artificiales: cucharilla, mosca, “streamer”, imitaciones de peces y vinilos. Se exceptúan las masillas y las moscas en cualquiera de sus variedades o montajes que empleen plomada de arrastre o fondo.”
Este coto tiene como excepción que solo se permiten montajes de una línea con un solo anzuelo (nada de pescar a la leonesa con tres moscas y rastro).
El río está situado en una zona bastante llana, no obstante, los márgenes del rio son bastante boscosos y con muchos arbustos haciendo a veces bastante complicado el poder desenvolvernos con soltura.
A principios de temporada lo normal es que lleve un caudal muy abundante, dado que el cauce no es excesivamente ancho esto provoca una corriente rápida dificultando la pesca en la mayoría de los tramos. Esto, sumado a que el agua está realmente fría puesto que proviene directamente del deshielo de la Sierra de Guadarrama a través de infinidad de arroyos situados en la vertiente sur de los Montes Carpetanos y la vertiente norte de Cuerda Larga hace que pescar en la apertura de temporada a veces no sea una experiencia tan agradable como tenemos en mente.
Como es de esperar, en las primeras semanas con el agua a 2 o 3 grados las picadas son muy poco frecuentes, consiguiendo a veces una sola captura entre todos los pescadores presentes en la jornada. Según van avanzando las semanas, las truchas se van animando y se da algo más de actividad, pero no nos engañemos, esto ya no es lo que era y en general solo veremos minitallas, además de que la densidad de truchas en este tramo es baja.
A partir de abril o mayo (según las temperaturas que se vayan dando en el año) empezara tal vez la etapa más interesante dado que el Lozoya desemboca aquí en el Embalse de Pinilla sin obstáculo alguno. El embalse hace un poco de “reservorio natural” de peces, que animados por el calor empezarán a remontar el Lozoya, encontrándonos algunos días verdaderos cardúmenes de barbos y bogas subiendo el río buscando un sitio ideal para desovar.
Una forma inteligente de pescar este coto es aparcar en el parking cercano al “Puente de Pinilla” e ir aguas arriba. El margen izquierdo aguas arriba es el más adecuado al poseer un sendero un poco desdibujado que nos ayudará un poco en nuestra marcha, también se puede pescar por su margen derecha; pero es bastante más complicado, peligroso y nos encontraremos varias vallas sin paso de pescadores.
Una vez llegados hasta el limite superior, si nos apetece, podemos continuar pescando algo más de un kilómetro aguas arriba pues se acaba el coto, pero entramos en una zona truchera de aguas libres hasta la carretera M-611.
Situado entre Guadalix de la Sierra y El Vellón, se encuentra el pantano de Pedrezuela (también llamado del Vellón) con una capacidad máxima de 41 hm3. Está catalogado como coto ciprinícola de captura y suelta, y podremos pescar en el si tenemos la licencia comunitaria y además sacamos un permiso con un coste general de 4 €. Esto podremos hacerlo online a través de la web de la Comunidad de Madrid, o preferiblemente a través del enlace: https://www.tiendaclubdepescaelvellon.com/ gestionado por el club de pesca local. Como es habitual, existen descuentos para menores de 16 años, mayores de 65, discapacitados y ribereños siendo el importe de 2 € en estos casos.
Para sacar el permiso presencialmente, podéis acudir al bar Sol de Guadalix o al bar Luna de El Molar.
El principal afluente es el río Guadalix, en la cola del pantano. En su día llegaban truchas desde sus aguas, pero hoy en día esto no ocurre. El coto está dividido en tres tramos:
Tramo 1: orilla derecha aguas abajo desde el aparcamiento de la ermita de Ntra. Sra. La Virgen Del Espinar hasta la entrada del Arroyo de Valesaelices.
Tramo 2: orilla izquierda aguas abajo desde El Arroyo de Caragüeña hasta el talud de la antigua carretera que cruza el embalse a la altura del Peñón del Montecillo.
Tramo 3: desde la entrada del Arroyo de Albalá (zona del club de escalada) hasta la presa.
Para una mejor definición, podéis observar el siguiente mapa:
Las dos primeras zonas son de grandes playas y poca profundidad, en su mayor parte arenosas, excepto por algunas pequeñas zonas de roca y en las entradas de los arroyos, donde se concentra más vegetación. En el primer tramo, si usamos vadeador, debemos extremar la precaución pues existen pozos con una profundidad de un par de metros en la playa que nos pueden dar un gran susto.
El tercer tramo es diferente, comenzando por una zona con mucha vegetación sumergida y poca profundidad cerca del Arroyo de Albalá y alcanzando bastante más profundidad y rocosidad según nos acercamos a la presa. Tal vez sea este último el mejor punto si nuestra intención es capturar un ejemplar grande.
El estado del coto es, en general, bueno. Cuenta con un guarda que se encarga de revisar los permisos, hacer cumplir las normas y mantener limpio el entorno. Este sitio alcanzó mucha fama hace años, cuando en una sola jornada podías pescar cuarenta o cincuenta lucios sin despeinarte, pero -como viene siendo habitual en tantos lugares- esos días ya pasaron y ahora cuesta bastante más conseguir alguna picada. A pesar de ello, sigue siendo uno de los mejores sitios para la pesca del lucio cerca de la capital aunque no suelen salir ejemplares récord, siendo lo más habitual obtener capturas de ejemplares pequeños y medianos (de hasta 4 o 5 kgs).
Como buen coto ciprinícola, no podía faltar una abundante población de carpas, cuyos tamaños pueden llegar a ser considerables; no obstante, no se tiene constancia de tamaños récord. En su día hubo barbos pero actualmente no se encuentran, habiendo en el aire una iniciativa de repoblación de los mismos sin haberse concretado mucho más. Como compensación, tenemos desde hace poco a un nuevo ciprínido invitado: el escardino. A pesar de que este pez no suele superar los 20 cm es un aliciente para acudir a tachar de nuestra lista de capturas una especie más.
Como pez pasto encontraremos percasoles; antaño, había tencas, si bien su presencia actualmente -de haberla- es testimonial.
En los últimos años se han dado rumores de haber visto algún blackbass suelto, algo que no ha sido posible confirmar todavía, y por el momento el único depredador al que podremos tratar de engañar es al ya mencionado lucio.
Ubicado en la Comunidad de Madrid, el pequeño embalse de Navalmedio tiene una capacidad de 1 hm3 y es alimentado por el Arroyo de Matasalgado.
Durante varias décadas fue un excelente coto truchero donde varias generaciones de pescadores aprendimos a pescar y nos enamoramos de estos entornos.
Al igual que el Embalse de Navacerrada, se encuentra en una extraña situación ya que a pesar de estar catalogado como coto truchero (lo que implica un pago de 6,75€ de entrada general por persona y día si queremos pescar desde sus orillas) no se hacen sueltas de truchas desde hace bastantes años.
Lo que en su día fue una de las joyas de la corona, hoy en día apenas alberga vida piscícola de calidad. Encontraremos percasoles y gobios, una pequeña población de carpas, tal vez alguna boga, y según los rumores algún lucio y trucha muy residual que desde luego no han conseguido colonizar el pantano.
Sí encontraremos, sin embargo, lo que no encontrábamos en su mejor época; cangrejos que alguien ha tenido a bien introducir, y en este caso no tan solo del tipo cangrejo rojo -que han conquistado la desembocadura del arroyo- sino también cangrejo señal en el resto del perímetro.
Como buen pantano de alta montaña las aguas suelen estar muy limpias. La cola del pantano, donde desemboca el arroyo, tiene poca profundidad, y según avancemos hacia la presa la misma aumentara progresivamente hasta llegar a tener bastante fondo, es aquí donde tendremos que dejar de avanzar en la señal que indica el final del coto de pesca pues no se puede pescar en las inmediaciones de la presa ni del muro de contención.
Es una autentica pena y un sin sentido el estado de este sitio, que al igual que el embalse de Navacerrada podrían ser auténticos bastiones de pescadores, que acudirían a sus orillas fomentando el turismo y la economía local disfrutando de sus maravillosos entornos con orillas accesibles desde las que realizar diferentes tipos de pesca, y que sin embargo hoy en día son masas de agua casi inertes y muy caras para lo poco que ofrecen.
Si a pesar de todo decidimos conocerlo, podremos pescar durante todo el año sacando una licencia desde la web de la comunidad -a excepción de los martes cuando no se puede pescar-: https://gestiona.madrid.org/gpcp_inter/secure/solicitud.jsf
El embalse de picadas con una capacidad de 15 hm3 está situado dentro de la Comunidad de Madrid, en la parte suroeste de la misma y cerca de las primeras estribaciones de la Sierra de Gredos.
Es alimentado fundamentalmente por el Río Alberche, cuyas aguas han desembocado previamente en otros tres grandes pantanos antes de llegar aquí (Burguillo, Charco del Cura y San Juan).
La localidad más cercana es Aldea del Fresno. Desde este pueblo, podemos acércanos por pequeñas carreteras rurales hasta la propia presa, que también podremos cruzar en coche para aparcar en un pequeño espacio que hay pasada la misma.
Una de las principales características de este pantano es que es relativamente estrecho, pero muy largo, teniendo más de 6 kilómetros desde la cola (donde desemboca el Pantano de San Juan) hasta la presa. La profundidad media es muy alta, pudiendo a veces encontrar decenas de metros de desnivel con un lance desde orilla.
Siguiendo la orden de vedas de 2022, está vedado el margen izquierdo aguas abajo desde el Arroyo de la Jaranda hasta la presa, y el margen derecho desde el Arroyo de Peñarcon hasta la presa. El resto del pantano es zona libre de pesca con la única modalidad permitida de “captura y suelta”.
Hay tres puntos fundamentales desde los que abordar el pantano; uno es la ya mencionada área de estacionamiento cercana a la presa, desde el que tendremos que andar un rato hasta la zona pescable. Otro son las urbanizaciones al norte del pantano donde también podremos aparcar y después bajar desde ellas por caminos, lo bueno de esta opción es llegar a zonas menos tocadas. Por último, también podemos pescar cerca de la cola, en el puente que cruza la carretera M-501. Esta última zona es más adecuada para ir exclusivamente a barbos puesto que la presencia de otras especies es mucho menor.
Por lo general, el mayor atractivo es la pesca de barbos, que encontraremos en gran cantidad por todos lados y llegan a tener un tamaño muy considerable. Pescando barbos, también nos entraran carpas, pero no suelen ser de gran tamaño y hay otros escenarios más atractivos para la búsqueda de estas. En cuanto a depredadores encontraremos blackbass en una buena cantidad, no obstante, el tamaño ha decrecido en los últimos tiempos desde el punto de haber pasado de ser un pantano mítico en el que se obtenían grandes capturas, a haber proliferado una explosión de minitallas en las que es difícil encontrar alguno que pase del medio kg.
Existen lucios en sus aguas, pero sus capturas son esporádicas y no se suele ir específicamente a por ellos. El pez pasto del lugar es la boga.
En todo el embalse encontraremos una pista de tierra por la que podremos andar sin ningún problema para llegar al punto deseado, compartiremos el camino con ciclistas y senderistas. No está permitido pasar con vehículos a motor.
El Embalse de los Peñascales con menos de 1hm3 de capacidad está ubicado en la Comunidad de Madrid, dentro del término municipal de Torrelodones.
Antes de nada, hay que advertir que tanto la caza como la pesca están prohibidas en Torrelodones, por tanto, a pesar de que el embalse esté considerado como aguas libres pueden multarnos por ejercer una actividad prohibida en la ordenanza municipal (1.400€ de multa). Dicho esto, también hay que decir que no es lo mismo pescar con una caña de spinning ligera, a llevar todo el equipamiento de carpista y una tienda de campaña como hemos llegado a ver. En el primer caso podremos pasar más desapercibidos, en el segundo difícilmente nos libraremos de una multa.
A pesar de que sus orillas son algo escarpadas, podremos transitar de manera más o menos fácil a su alrededor gracias a lossenderos que lo circundan.
La principal especie que puede acercarnos hasta esta masa de agua es la carpa, que ha encontrado en estas remansadas aguas un buen sitio donde prosperar. Es conocida la existencia una población de blackbass desde hace mucho, no obstante, hoy en día si pensamos en ir a por ellos solo encontraremos ejemplares mini talla. No ocurre así con el lucio, que, aunque parece llevar menos tiempo por estos parajes los hay de un tamaño considerable y han conseguido adaptarse bien al entorno. Como pez pasto encontraremos al percasol.
La orilla izquierda aguas abajo nos brinda espacios más amplios para pescar al lance, no así la orilla derecha en la que encontraremos bastante maleza y tal vez sea más adecuada para el carpfishing.
Finalmente, en la cola encontraremos pequeños recovecos en los que tentar con pequeños vinilos o cucharillas entre las ramas. El agua está casi siempre muy remansada, por lo que veremos multitud de insectos flotando en superficie.
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