En esta entrada hablaremos sobre el tercer y último coto en activo de truchas arcoíris en la Comunidad de Madrid.
El coto está gestionado por “SDP Valle Alto Del Lozoya”, cuya web es https://sdpaltodelozoya.es/ En esta web, podremos ver las diferentes opciones para obtener los pases diarios, cuyo precio estará entre los 9€ y los 21€ dependiendo de si somos socios y de si escogemos la modalidad con o sin muerte. También hay descuentos para ribereños y jubilados.
Si escogemos el permiso con muerte, debemos saber que el cupo es de seis truchas arcoíris.
La opción más habitual es obtener el permiso en el bar “El Anzuelo”, en este enlace podemos visitar su página: http://www.restauranteelanzuelo.com/
Los limites atendiendo a la orden de veda, son:
Límite superior, desde el final del tramo I, en la cola del Embalse de Casillas.
Límite inferior: 500 metros río abajo del puente de la M-604 que cruza el río Lozoya.
Desde Pesca en España os recomendamos sencillamente pescar entre la zona del Puente de Taboada y hasta unos cientos de metros más abajo del bar el anzuelo. Las sueltas se realizan en cuatro puntos a lo largo del río y la zona comentada anteriormente es muy fructífera en capturas.
El sitio más cómodo para aparcar es al lado del restaurante, si tenemos un coche con buena altura libre al suelo podremos adentrarnos un poco por el camino hacia el oeste, en cualquier caso tendremos el río muy cerca de nuestro vehículo.
Desde este punto podemos remontar el rio por su orilla izquierda (aguas arriba) hasta una pequeña instalación del canal de Isabel II que podremos cruzar por una pasarela.
A partir de aquí remontaremos por su orilla derecha (aguas arriba) puesto que la orilla izquierda a partir de aquí no está bien acondicionada. Iremos encontrando tablas y pozas donde probar con cucharilla, mosca, a fondo, etc. Como hemos comentado antes, la estrella del coto es la trucha arcoíris, aunque a partir de abril no es raro encontrarse buenos barbos remontando el río. También podemos encontrar alguna Boga.
En épocas en las que ha llovido mucho y el río va muy crecido, nos resultará muy difícil pescar con veleta a la inglesa, siendo más recomendable la pesca con pequeños vinilos plomados a contracorriente o usar cebos a fondo.
Es muy recomendable utilizar el vadeador para poder acceder a cualquier zona cómodamente.
Si seguimos remontando el cauce, llegaremos a la pequeña presa del Lozoya que teóricamente pertenece al tramo II, no obstante, las sueltas se hacen desde el muro hacia abajo y en la propia presa solo encontraremos truchas comunes (cuya devolución al agua es obligatoria) barbos o carpas.
Por último, y como no puede ser de otra manera, por favor recordemos llevarnos todos los deshechos que podamos generar para seguir manteniendo intacto este maravilloso entorno que la sociedad de pescadores se esmera en cuidar.
El coto de Santa María de la Alameda es otro de los tres cotos de truchas arcoíris de la Comunidad de Madrid en activo. Está gestionado por el Club de Pesca Santa María consorciado con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
La web del club es https://clubpescasantamaria.webnode.es/ Aquí podremos encontrar indicaciones geográficas, cuando se han realizado las últimas sueltas, tarifas de socio, etc.
Para sacar los permisos, debemos acudir al Restaurante Sidrería La Casona. También podremos sacarlos online en la web de la comunidad de Madrid en la web https://www.comunidad.madrid/servicios/urbanismo-medio-ambiente/permisos-autorizaciones-pesca dentro del apartado “Solicitud de permisos”. Desde Pesca en España preferimos hacerlo en el restaurante para sufragar los gastos del club en las sueltas.
Contamos con tres tramos acotados en esta parte del río, dos de ellos sin muerte para la trucha común, pero en esta entrada nos vamos a centrar en el tramo 2. En este tramo se realizan sueltas con trucha arcoíris cada tres semanas y podemos pescar con muerte (cupo de cuatro) o sin muerte.
El tramo va desde el puente sobre la carretera de Robledondo-Santa María hasta la zona denominada “Los Huertos”, aproximadamente 3 km aguas abajo.
Una de las mejores formas de empezar en este coto es dejando el coche en el aparcamiento al lado del Puente del Aceña.
Desde aquí podremos empezar a sondear las primeras pozas siguiendo una pista paralela al río en el margen derecho aguas abajo. Las pozas se van alternando con zonas de corrientes rápidas, donde nos será más complicado pescar.
Pronto la pista llega a un pequeño puente encima de una poza por el que tendremos que cruzar para situarnos en el margen izquierdo aguas abajo; a partir de aquí es más que recomendable llevar el vadeador, ya que salvo que conozcamos muy bien la zona o el río tenga muy poco caudal, tendremos que meternos de vez en cuando en el agua para proseguir.
Una vez llegados al “Molino de la Aceña” encontraremos más tablas donde poder pescar; suele ser un buen sitio para intentarlo a mosca.
Si proseguimos, durante el próximo kilómetro, se seguirán alternando las pozas con pequeños saltos de agua, tablas y zonas de corrientes rápidas. Este kilometro es posiblemente el más escarpado y el que tiene los accesos más alejados, si llevamos mucho material puede llegar a ser fatigoso.
Finalmente, llegaremos en la zona donde desemboca el pequeño Arroyo de la huelga a una larga pradera con varias tablas y mucho más cómoda de andar, esta está inmediatamente anterior a la zona de “Los Huertos” donde acaba el coto. Hasta este punto, podemos acercarnos también en coche a través del Camino de Bocanegra que conecta con la carretera M-538.
El camino mencionado anteriormente, no se halla en muy buen estado, un utilitario podría sufrir daños en los bajos por lo que es recomendable acceder solo con SUV o 4×4. Si está embarrado o ha llovido, es mejor no pasar del punto indicado en el mapa de más abajo con nuestro vehículo salvo que sea 4×4, ya que, si no, bajar bajaremos, pero subir ya será otro cantar.
Además de haber algún barbo, si pescamos muy fino, puede darnos una sorpresa algúna boga.
Hermoso pantano de 7,2 hm³ en plena sierra de Madrid, cercano al pueblo de Guadarrama.
El Embalse de La Jarosa era uno de los tres cotos de truchas arcoíris que continuaban en activo en la Comunidad de Madrid. Se realizaban sueltas aproximadamente cada tres semanas en la entrada de los diferentes arroyos; no obstante, en esta temporada (2024) ha cambiado el modelo de gestión. Debido a las trabas legislativas de la Comunidad de Madrid -por las cuales se limita enormemente la cantidad de truchas que se pueden soltar- sumado al alza de precios de las sueltas, el modelo ejecutado hasta ahora ha terminado no siendo viable. Una vez más, nos preguntamos en qué destina La Comunidad el dinero de nuestras licencias y pases de pesca, ya que, hasta donde sabemos, no se están realizando repoblaciones de especies autóctonas ni apoyando a las asociaciones de pescadores en ningún sitio. El día en el que no quede una sola trucha en la provincia, tal vez alguien se lleve las manos a la cabeza (o tal vez ni así).
Las truchas se enfrentaban a un acérrimo enemigo en este embalse: el lucio. Este alcanza grandes tamaños gracias a su perfecta adaptación al medio y a la constante vía de alimento de las sueltas. Es bien sabido que en sus aguas los hay que arrojan dos cifras en la báscula, pero cuenta la leyenda que un día apareció muerto en la orilla uno de más de 20 kilos. ¿Quién dice que no habrá otro?
La pesca se veía muy polarizada entre estas dos especies, diferenciando rápidamente a los pescadores de unos y otros por el tamaño de los señuelos. En el caso de la trucha, esta picará a moscas, ninfas, streamers, lombrices, pequeños vinilos, cucharillas, imitaciones de huevas… Mientras que para los lucios, deberemos irnos a cosas más grandes: los swimmbaitsde hasta 200 g son usados aquí, aunque si queremos capturar uno de ellos probablemente nos baste con utilizar vinilos grandes, spinners o cucharillas del 4 o más.
Es sabido que los esócidos reposan por lo general en las inmediaciones de la presa, donde encuentran más profundidad y orillas con cortados, pero, según se acerca la freza y los meses de calor, van desplazándose y haciendo incursiones hacia el resto del pantano en busca de alimento. A veces, este proceso se adelanta puntualmente tras la realización de una suelta, donde no es raro ver a grandes lucios persiguiendo e incluso atacando a las truchas.
El nuevo modelo de gestión se orienta hacia la pesca de otras especies presentes en la masa de agua, como son la carpa, el lucio y -en menor medida- la tenca y el barbo. Se ha realizado una modificación en la orden de vedas para que sea posible pescar con dos cañas a pesar de continuar considerándose zona truchera. Asimismo, se han realizado una serie de modificaciones para adaptarse al nuevo tipo de pesca promovido:
Cebos: solo se permiten como cebos de anzuelo los boilies naturales, maíz, lombriz de tierra y cebos artificiales (pop up, maíz artificial, mosca, streamers, etc.). Está prohibido el uso de pellets, boilies solubles, líquidos, dips, engodos, chufas, etc.
Otras regulaciones:obligatoria la pesca al “hair” (anzuelo desnudo). No se permite el uso de sacos de retención.
Las carpas en La Jarosa alcanzan grandes tamaños, pero, al ser zona truchera, no se pueden hacer cebaderos. Esto hace que no sea tarea fácil pescarlas, aunque, si lo conseguimos, difícilmente podremos olvidar ese gran momento.
El cangrejo rojo tiene bastante presencia en el pantano: en verano lo veremos fácilmente por las orillas y, si no conseguimos pescar, tal vez nos podamos consolar cogiendo unos pocos para cocinarlos en salsa de tomate -teniendo en cuenta que la veda del cangrejo se abre el 1 de junio-.
El coto está gestionado por “La Asociación de Pescadores la Jarosa”, cuya web es https://pescalajarosa.es/ En esta web, podremos solicitar nuestro pase diario online, cuyo precio actual ronda los 8 €. Existen permisos de precio reducido para menores de edad, jubilados, personas con discapacidad y ribereños. Se han confeccionado tutoriales para guiarnos si lo necesitamos a la hora de sacar el permiso; se pueden visualizar en el siguiente enlace: https://pescalajarosa.es/tutoriales/
El recinto está, por tanto, controlado por guardias de la asociación, que además de revisar que los pescadores tengan su permiso, mantienen el lugar en un perfecto estado, y no dudarán en ayudarnos y aconsejarnos para que podamos disfrutar de nuestro día de pesca.
Los días hábiles para la pesca son L, X, J, V, S y D, estando el martes vedado y siendo el miércoles exclusivo de pesca sin muerte. Existe, además, una zona sin muerte permanente, que va desde el muro de refuerzo (cerca del cual no se puede pescar) hasta el primer arroyo. En el resto del perímetro podremos practicar pesca con o sin muerte, habiendo sido las zonas más fructíferas para truchas los cuatro arroyos que entran al embalse, especialmente el tercero, y -en las épocas de mayor calor- el cuarto, pues es el único que mantiene un flujo de agua en verano aportando oxigenación, alimento y mejor temperatura al agua gracias a un trasvase en túnel desde el Pantano de la Aceña.
Hay una pequeña carretera que bordea el pantano por la que podremos llegar cómodamente a las zonas de los arroyos; no obstante, está prohibido aparcar a los lados de esta y si lo hacemos podremos afrontar una multa de 400 €. Es por ello que se recomienda usar los diferentes parkings que hay habilitados.
Por último, como curiosidad, en su entorno podemos ver los restos de la espadaña de la Ermita de San Macario perteneciente al antiguo asentamiento del Berrueco de la Herrería. Dicho asentamiento, cuya antigüedad data al menos del siglo XIII, fue abandonado en el siglo XVII sin que hayan trascendido las causas, y ahora descansa junto a una tejera (fabrica de tejas y ladrillos) en las profundidades del pantano. En épocas de estío es posible ver restos de los muros pertenecientes al poblado.
Tu rincón donde obtener información acerca de lugares y consejos de pesca