Hablar del Burguillo es hacerlo de uno de los pantanos más antiguos de España, y si nos fijamos solo en los de gran capacidad, con sus 201 hm3, de hecho lo és.
Este embalse de la provincia de Ávila fue inaugurado en 1913, con lo que supera ampliamente el siglo. A pesar de su gran volumen, los marcados estiajes que sufre todos los años han impedido, tal vez, el desarrollo de mucha más pesca, no obstante, sigue siendo un buen sitio donde acudir con nuestras cañas.
Está considerado aguas libres no trucheras, necesitando por tanto que tengamos solo nuestra licencia de pesca para acudir cualquier día del año.
Con una forma de estrella de cuatro puntas, es alimentado en su parte oeste por el río Alberche, mientras que por el norte le llega un importante flujo de agua a través del río Gaznata y por el sur desemboca la Garganta de Iruelas.
Sobre especies, llego a ser un referente del blackbass, pero hoy en día su cantidad y calidad ha disminuido drásticamente, sin embargo, podemos seguir encontrando lucios, barbos, carpas, bogas, alburnos, alguna trucha bajada del Alberche y muchas luciopercas.
En la punta norte, encontraremos un puente que cruza de una orilla a otra, y donde podremos aparcar sin problema. Es en esta zona donde posiblemente podamos tener mejores resultados para ciprínidos, pues prácticamente son todo playas que nos permitirán establecer nuestro puesto de pesca cómodamente. También es una zona de fácil transito para poder divisar algún que otro blackbass, pero no suelen tener grandes tamaños.
Si nos bajamos desde la punta norte y vamos un poco hacia el este, encontraremos la residencia de mayores “Los Cerezos”, donde también podremos aparcar cómodamente muy cerca del agua. Esta zona es a su vez muy buena para cualquiera de las especies que queramos pescar, los desniveles son bastante pronunciados y se recomienda vadeador.
Continuando hacia la presa, encontraremos un sitio llamado “Garganta Honda”, y su nombre no es al azar. La garganta está atravesada por la carretera N-403, y tan solo hay dos pequeños caminos para bajar, pero si el embalse no está muy boyante, aun yendo hasta el final de estos caminos el agua nos quedara lejos. Cuenta con paredes muy escarpadas, de pequeñas rocas que se desprenden al pisarlas, es por ello por lo que aconsejamos bajar por aquí con una precaución extrema e incluso ayudándonos de cuerdas. La recompensa que encontraremos abajo es tener cerca de la orilla profundidades de 15-25m según esté el embalse, lo que nos permitirá pescar a fondo luciopercas que nos podrán picar a lipless o vinilos plomados durante todo el año.
En la punta sur, encontraremos unas aguas cristalinas que descienden por la Garganta de Iruelas, donde antiguamente se pescaban muy buenos ejemplares de trucha. Actualmente no se puede contar con ellas, pero es posiblemente el lugar más bonito que encontraremos en esta zona y bien merece la pena visitarlo.
Si nos acercamos a la cola del embalse (zona oeste), además de unas buenas vistas disfrutaremos de la desembocadura del Alberche en el pantano, no obstante, el Alberche es en esta parte zona truchera y AREC, con lo que debemos revisar la normativa y los límites para no infringir las normas.
En los días de mucho viento es mejor evitar el corredor central desde la cola hasta la presa pues no hay resguardo posible y el oleaje no nos dejará hacer nada.
Por último, comentar que en el 2010 se realizó una suelta de 200kg de anguilas en el pantano, saliendo de vez en cuando algún ejemplar. Ya que no pueden reproducirse en agua dulce están en peligro critico de extinción y su inmediata devolución es obligatoria. Las multas al respecto no son para tomárselo a la ligera.