El Pantano de Serones con sus 6 hm3 de capacidad es uno de los más fríos a los que podremos acudir en la zona centro, situado en mitad del Campo Azálvaro queda a merced de los vientos que recorren la campiña sin apenas encontrar oposición. Es por ello, por lo que se recomienda acudir aquí solo en los meses de mayor calor, púes además de ver más actividad sufriremos menos las inclemencias del tiempo. Antiguamente fue coto truchero, para después pasar a ser coto de ciprínidos y finalmente a quedar como aguas libres.
El embalse está literalmente dividido en dos por la carretera AV-500, que lo cruza en dirección este-oeste y que permite pasar el agua de un lado al otro tan solo por debajo del puente. Solo es posible practicar la pesca en la zona situada al norte de la carretera, ya que la zona sur está declarada como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). La masa de agua es alimentada fundamentalmente por el Río Voltoya y el Río Tuerto, ambos en la cola del embalse (la zona vedada).
La orilla más aconsejable es la derecha aguas abajo, donde saliendo de la carretera encontraremos un espacio donde dejar nuestro coche. Desde este punto, podremos recorrer toda la orilla en dirección a la presa siguiendo un camino paralelo al agua, donde encontraremos en general poca profundidad hasta casi llegar a la zona del muro. La distancia desde el pequeño parking y el muro es de algo más de 1,5km, pero tal vez merezca la pena recorrerlo para encontrar una zona menos tocada y con más actividad. Es muy recomendable utilizar vadeador, pues si está alto de agua tendremos en todo el recorrido una línea de vegetación unos metros por delante de la orilla y el vadeador nos ayudara a poder pescar por detrás de ella o a recuperar la línea de enganchones.
La especie fundamental que alberga el pantano y que seguramente constituye el 90% de la biomasa es la carpa, que encontraremos en abundancia en tamaños pequeños y medianos, y algo más difícil en tamaños grandes. También podremos pescar barbos aunque en mucha menor medida, y es posible que nos encontremos algún pez gato e incluso alguna antigua trucha del coto, pero hoy en día no se puede contar con ello. Los peces pasto del lugar son en principio bermejuelas, calandinos, bordallos y gobios pero por lo general no encontraremos grandes bancos de los mismos.
El cangrejo señal es uno de los alimentos principales en los que se basa este ecosistema, tal vez tengamos suerte si probamos con un vinilo que imite los movimientos del mismo.
Como nota final , decir que aunque tanto el agua como el entorno están limpios y en buen estado, no ocurre lo mismo con la orilla donde algunos pseudopescadores abandonan latas, bolsas, botellas, etc. Desde Pesca en España os rogamos que recojáis siempre los desperdicios que podáis dejar, y que incluso si os es posible os llevéis algunos de los residuos que a veces se acumulan en las orillas, para contribuir entre todos a mantener limpios los espacios que más nos gustan.
El embalse de Ulldecona está ubicado en la provincia de Castellón, lindando con Cataluña y Aragón. Tiene 11 hm³ de capacidad pero es tristemente famoso por haber sufrido diferentes episodios de sequias, los últimos de ellos en 2012 y 2018, donde en ambos casos la capacidad del embalse se situó alrededor del 1% y la administración se vio obligada a hacer estudios de la ictiofauna para evitar una mortandad total de los peces.
Hoy en día, en 2022, la masa de agua parece haberse recuperado en estos cuatro años de forma asombrosa, en parte gracias a haber mantenido desde entonces unos niveles de agua estables y una aparente calidad del agua formidable.
Si nos acercamos a este bellísimo paraje, podremos ver rondar por sus orillas gracias a sus transparentes aguas a blackbass, carpas, barbos, alburnos, alguna trucha, alburnos y sobre todo muchísimas Madrillas. Lógicamente, no han tenido tiempo de alcanzar cifras estratosféricas en estos años, pero sí de alcanzar tamaños notables que nos permitirán pasar un gran día de pesca.
El pantano está calificado como ZPL, es decir zona libre de pesca, con lo que solo necesitaremos nuestra licencia de pescador para acudir a mojar la caña. Consta de dos brazos de agua, uno en dirección este-oeste y otro norte-sur, quedando la presa en el codo formado por ambas.
Probablemente la zona más interesante para la pesca sea la próxima al puente de la carretera CV-105, donde podremos encontrar fáciles accesos al agua. Debajo del puente, es un excelente lugar para tentar a los blackbass con cucharillas, o si no parecen estar muy orillados con vinilos plomados o crankbaits.
Desde este punto, podemos seguir un sendero paralelo a la carretera y a la lengua este-oeste en el que iremos encontrando fáciles accesos al agua cada pocos metros.
A mitad de la lengua, llegaremos al Área recreativa Umbrías de Benifasar, donde además de suaves orillas donde usualmente se baña la gente y también encontraremos una zona donde aparcar.
Continuando hacia el oeste, encontraremos una orilla más escarpada y si conseguimos llegar hasta el final nos encontraremos en la desembocadura del río Cenia, que es el principal tributario del pantano.
Otra opción, es tomar el brazo norte-sur desde el anteriormente citado puente. En este caso, tendremos que seguir una pista forestal paralela al agua, no obstante, según avancemos hacia el norte iremos encontrando mayor desnivel entre la pista y el agua, lo que nos dificultará notablemente los accesos.
Como recompensa, encontraremos sitios más salvajes y muy poco pescados. En la zona más norteña, nos deleitará la vista la entrada del Río Barranco de la Fou en el embalse, con unas aguas absolutamente cristalinas.
En las cercanías del puente hay un pequeño complejo turístico llamado Molí l’Abad, en el que podremos comer, o alquilar kayaks, pedalos, tablas de paddle surf… no obstante esto no debe inquietarnos ya que no hay embarcaciones a motor que puedan espantar la pesca.
Esta masa de agua, debería ser un ejemplo de como manteniendo una buena calidad de agua y unos niveles estables es posible recuperar la población piscícola en muy pocos años, ya que la naturaleza hace lo que mejor sabe hacer, que no es ni más ni menos que abrirse paso cuando no la molestamos.
En el río Tormes, aguas abajo de la presa de Santa Teresa y del propio pueblo de Villagonzalo, encontramos uno de los cotos más famosos de España; el coto de Villagonzalo II.
La fama de este coto se debe principalmente a que es el único sitio de España donde podremos hacernos con un ejemplar de hucho, también llamado Salmon del Danubio. Este pez, fue introducido por parte de la administración en 1968 traídos desde Checoslovaquia. Se hicieron otras introducciones en los ríos Órbigo, Esla, y algunos ríos gallegos, pero no fructificaron. El hucho logra alcanzar tamaños nada desdeñables, el record de España ronda los 20kg y 1.23 m de largo.
La parte superior donde empieza el coto (aguas arriba), lo forma la Central de Mirat; desde ahí y hasta llegar a un poco más abajo de la desembocadura del río Almar, tendremos un kilómetro de un rio bastante cómodo para pescar usando vadeador, que podremos cruzar por lo general de un lado a otro encontrando muy poca profundidad, exceptuando alguna poza de un par de metros.
Si lo que os inquieta es iros de este coto sin haber visto un hucho, debéis saber que esto es poco probable, pero tampoco es muy probable que salgáis con uno de ellos de aquí por diferentes razones: Cuando se abre la temporada del coto, el primer domingo de mayo, los salmones aún andan frescos y sí entrarán a nuestros señueloso moscas, pero según vayanpasando los días y las semanas, se irán haciendo más recelosos, hasta el punto en el que podremos andar al lado suyo y casi tocarlos con la mano, pero no picarán a nada, excepto a las primeras o últimas horas del día. Teniendo en cuenta que los hay que rondan el metro de largo es una experiencia inolvidable, eso sí.
Dicho esto, hay que tener en cuenta que al ser un coto tan solicitado, para conseguir una buena fecha deberemos recurrir al “sorteo” de permisos que se abre en diciembre como cada temporada, una vez ejecutado el sorteo, podremos optar a conseguir algún permiso sobrante pero raramente los habrá en una buena fecha. Con sorteo o sin él, el precio del permiso son 25€.
Hay otros factores que nos lo pondrán complicado; la talla mínima para poder llevarnos uno es de 70cm, y por otra parte hay una población de pez pasto (alburnos) desmedida, a cada paso que demos podremos ver cientos o miles de ellos, con lo que nuestro señuelo solo será uno más, y difícilmente será más realista que un pez pasto de verdad. También podremos ver fácilmente gobios o cangrejos americanos. Las enormes ovas que existen también harán que nos resulte difícil realizar lances largos, teniendo que conformarnos a veces con barrer zonas de agua más limpias o recurrir a lances cortos.
Los huchos, acostumbran a refugiarse en los matorrales existentes a ambos lados del río, un buen truco para intentar conseguir una captura es dejar correr una pequeña ninfa o lombriz con la corriente por debajo de la espesura y confiar en que alguno quiera picar. La zona un poco más aguas arriba de la desembocadura del Río Almar es un buen sitio para probar esta técnica.
Los dos kilómetros siguientes, hasta llegar al final del coto en el puente de la carretera N-501, tienen poco que ver. Encontraremos mucha más profundidad, tendremos que pescar en general de orilla buscando huecos entre la maleza para tirar la caña, o aprovechando la entrada al agua debajo de los puentes. Estas zonas, sin embargo, son más dadas a que nos entre un lucio y menos a un hucho, pero la presión de pesca es mucho menor por lo que nunca se sabe.
El salmon del danubioconvive en el río con otras especies, además de los ya mencionados alburnos, gobios y lucios podremos encontrar aunque en muy menor medida truchas comunes y barbos.
El Charco Del Cura es un embalse pequeño de 3 hm3 de capacidad perteneciente a la provincia de Ávila y que represa las aguas del rio Alberche entre los embalses de El Burguillo y el de San Juan. Está considerado zona libre de pesca, por lo que solo necesitaremos nuestra licencia de pescador para acudir a probar suerte.
Cuenta la leyenda que un 19 de julio de 1519 un sacerdote llamado Bernardo Sánchez se ahogo en esta zona del Río Alberche, a partir de lo cual la gente empezó a llamar a la zona “El Charco del Cura” y cuando posteriormente se construyó la presa en la década de 1930 tomó ese nombre.
Sus aguas son por lo general frías, lo que, sumado a un fácil acceso desde el aledaño núcleo de población de El Tiemblo a través de una pista, y a unas orillas suaves y arenosas hace las delicias de los bañistas en verano.
La cola del embalse es de difícil acceso, lo que hace que la pesca se concentre en general en la zona de la presa.
Sobre especies, tiene una gran presencia el barbo, seguido de la carpa y la boga. Como es natural ya que sus aguas vienen del Alberche, hay luciopercas, lucios y blackbass pero no parece que hayan proliferado en gran medida.
Sus aguas son bastante limpias, con fondo arenoso y de poca vegetación sumergida, lo que tal vez nos puede animar a probar con señuelos por el fondo con menor riesgo de enganche.
Hablar del Burguillo es hacerlo de uno de los pantanos más antiguos de España, y si nos fijamos solo en los de gran capacidad, con sus 201 hm3, de hecho lo és.
Este embalse de la provincia de Ávila fue inaugurado en 1913, con lo que supera ampliamente el siglo. A pesar de su gran volumen, los marcados estiajes que sufre todos los años han impedido, tal vez, el desarrollo de mucha más pesca, no obstante, sigue siendo un buen sitio donde acudir con nuestras cañas.
Está considerado aguas libres no trucheras, necesitando por tanto que tengamos solo nuestra licencia de pesca para acudir cualquier día del año.
Con una forma de estrella de cuatro puntas, es alimentado en su parte oeste por el río Alberche, mientras que por el norte le llega un importante flujo de agua a través del río Gaznata y por el sur desemboca la Garganta de Iruelas.
Sobre especies, llego a ser un referente del blackbass, pero hoy en día su cantidad y calidad ha disminuido drásticamente, sin embargo, podemos seguir encontrando lucios, barbos, carpas, bogas, alburnos, alguna trucha bajada del Alberche y muchas luciopercas.
En la punta norte, encontraremos un puente que cruza de una orilla a otra, y donde podremos aparcar sin problema. Es en esta zona donde posiblemente podamos tener mejores resultados para ciprínidos, pues prácticamente son todo playas que nos permitirán establecer nuestro puesto de pesca cómodamente. También es una zona de fácil transito para poder divisar algún que otro blackbass, pero no suelen tener grandes tamaños.
Si nos bajamos desde la punta norte y vamos un poco hacia el este, encontraremos la residencia de mayores “Los Cerezos”, donde también podremos aparcar cómodamente muy cerca del agua. Esta zona es a su vez muy buena para cualquiera de las especies que queramos pescar, los desniveles son bastante pronunciados y se recomienda vadeador.
Continuando hacia la presa, encontraremos un sitio llamado “Garganta Honda”, y su nombre no es al azar. La garganta está atravesada por la carretera N-403, y tan solo hay dos pequeños caminos para bajar, pero si el embalse no está muy boyante, aun yendo hasta el final de estos caminos el agua nos quedara lejos. Cuenta con paredes muy escarpadas, de pequeñas rocas que se desprenden al pisarlas, es por ello por lo que aconsejamos bajar por aquí con una precaución extrema e incluso ayudándonos de cuerdas. La recompensa que encontraremos abajo es tener cerca de la orilla profundidades de 15-25m según esté el embalse, lo que nos permitirá pescar a fondo luciopercas que nos podrán picar a lipless o vinilos plomados durante todo el año.
En la punta sur, encontraremos unas aguas cristalinas que descienden por la Garganta de Iruelas, donde antiguamente se pescaban muy buenos ejemplares de trucha. Actualmente no se puede contar con ellas, pero es posiblemente el lugar más bonito que encontraremos en esta zona y bien merece la pena visitarlo.
Si nos acercamos a la cola del embalse (zona oeste), además de unas buenas vistas disfrutaremos de la desembocadura del Alberche en el pantano, no obstante, el Alberche es en esta parte zona truchera y AREC, con lo que debemos revisar la normativa y los límites para no infringir las normas.
En los días de mucho viento es mejor evitar el corredor central desde la cola hasta la presa pues no hay resguardo posible y el oleaje no nos dejará hacer nada.
Por último, comentar que en el 2010 se realizó una suelta de 200kg de anguilas en el pantano, saliendo de vez en cuando algún ejemplar. Ya que no pueden reproducirse en agua dulce están en peligro critico de extinción y su inmediata devolución es obligatoria. Las multas al respecto no son para tomárselo a la ligera.
El río Eresma a su paso por Segovia está dividido en dos zonas; la zona truchera y la zona libre. La zona truchera, comprende desde el embalse del Pontón Alto hasta la llamada “Presa de Batanes“, cerca del Cementerio Municipal de Segovia “Santo Ángel de la Guarda”.
La zona libre, comprendida desde la el fin de la zona truchera hasta mas allá de su paso por Segovia, a pesar de no ser considerada zona truchera guarda un pequeño secreto… Sí tiene truchas (comunes).
Esto nos da una ventaja, y es que podemos usar las artes y los cebos de pesca para capturar las truchas de una zona libre, aunque sudevolución es obligada, ya que está prohibida su extracción en toda CyL salvo en arecs o cotos que así lo indiquen.
Centrándonos en la zona libre, si partimos cerca del Museo Real Casa de Moneda de Segovia, encontraremos un azud que puede condicionar nuestro estilo de pesca.
Aguas abajo del azud, encontraremos bastante más corriente, y las orillas están algo más salvajes, lo que nos obligará a usar vadeador y pescar con señuelos o cebos plomados.
Aguas arriba del azud, encontraremos las aguas más calmadas, con sitios propicios para poder pescar con veleta o señuelos mas ligeros.
También tendremos un paseo paralelo al río por el que podremos transitar sin mayor problema (siempre teniendo cuidado con los caminantes).
A veces, nos sorprenderemos de estar pescando tan cerca de sitios emblemáticos como el Alcázar de Segovia, del que podremos disfrutar a lo lejos.
En cuanto a especies pescables, aparte de la ya mencionada trucha común, podemos encontrarnos con bogas, bermejuelas o barbos. Tampoco debería sorprendernos, si entre lance y lance nos vamos encontrando otro tipo de animales, como el cangrejo señal, nutrias, ranas comunes o tritones.
En esta entrada hablaremos sobre el tercer y último coto en activo de truchas arcoíris en la Comunidad de Madrid.
El coto está gestionado por “SDP Valle Alto Del Lozoya”, cuya web es https://sdpaltodelozoya.es/ En esta web, podremos ver las diferentes opciones para obtener los pases diarios, cuyo precio estará entre los 9€ y los 21€ dependiendo de si somos socios y de si escogemos la modalidad con o sin muerte. También hay descuentos para ribereños y jubilados.
Si escogemos el permiso con muerte, debemos saber que el cupo es de seis truchas arcoíris.
La opción más habitual es obtener el permiso en el bar “El Anzuelo”, en este enlace podemos visitar su página: http://www.restauranteelanzuelo.com/
Los limites atendiendo a la orden de veda, son:
Límite superior, desde el final del tramo I, en la cola del Embalse de Casillas.
Límite inferior: 500 metros río abajo del puente de la M-604 que cruza el río Lozoya.
Desde Pesca en España os recomendamos sencillamente pescar entre la zona del Puente de Taboada y hasta unos cientos de metros más abajo del bar el anzuelo. Las sueltas se realizan en cuatro puntos a lo largo del río y la zona comentada anteriormente es muy fructífera en capturas.
El sitio más cómodo para aparcar es al lado del restaurante, si tenemos un coche con buena altura libre al suelo podremos adentrarnos un poco por el camino hacia el oeste, en cualquier caso tendremos el río muy cerca de nuestro vehículo.
Desde este punto podemos remontar el rio por su orilla izquierda (aguas arriba) hasta una pequeña instalación del canal de Isabel II que podremos cruzar por una pasarela.
A partir de aquí remontaremos por su orilla derecha (aguas arriba) puesto que la orilla izquierda a partir de aquí no está bien acondicionada. Iremos encontrando tablas y pozas donde probar con cucharilla, mosca, a fondo, etc. Como hemos comentado antes, la estrella del coto es la trucha arcoíris, aunque a partir de abril no es raro encontrarse buenos barbos remontando el río. También podemos encontrar alguna Boga.
En épocas en las que ha llovido mucho y el río va muy crecido, nos resultará muy difícil pescar con veleta a la inglesa, siendo más recomendable la pesca con pequeños vinilos plomados a contracorriente o usar cebos a fondo.
Es muy recomendable utilizar el vadeador para poder acceder a cualquier zona cómodamente.
Si seguimos remontando el cauce, llegaremos a la pequeña presa del Lozoya que teóricamente pertenece al tramo II, no obstante, las sueltas se hacen desde el muro hacia abajo y en la propia presa solo encontraremos truchas comunes (cuya devolución al agua es obligatoria) barbos o carpas.
Por último, y como no puede ser de otra manera, por favor recordemos llevarnos todos los deshechos que podamos generar para seguir manteniendo intacto este maravilloso entorno que la sociedad de pescadores se esmera en cuidar.
El coto de Santa María de la Alameda es otro de los tres cotos de truchas arcoíris de la Comunidad de Madrid en activo. Está gestionado por el Club de Pesca Santa María consorciado con la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid.
La web del club es https://clubpescasantamaria.webnode.es/ Aquí podremos encontrar indicaciones geográficas, cuando se han realizado las últimas sueltas, tarifas de socio, etc.
Para sacar los permisos, debemos acudir al Restaurante Sidrería La Casona. También podremos sacarlos online en la web de la comunidad de Madrid en la web https://www.comunidad.madrid/servicios/urbanismo-medio-ambiente/permisos-autorizaciones-pesca dentro del apartado “Solicitud de permisos”. Desde Pesca en España preferimos hacerlo en el restaurante para sufragar los gastos del club en las sueltas.
Contamos con tres tramos acotados en esta parte del río, dos de ellos sin muerte para la trucha común, pero en esta entrada nos vamos a centrar en el tramo 2. En este tramo se realizan sueltas con trucha arcoíris cada tres semanas y podemos pescar con muerte (cupo de cuatro) o sin muerte.
El tramo va desde el puente sobre la carretera de Robledondo-Santa María hasta la zona denominada “Los Huertos”, aproximadamente 3 km aguas abajo.
Una de las mejores formas de empezar en este coto es dejando el coche en el aparcamiento al lado del Puente del Aceña.
Desde aquí podremos empezar a sondear las primeras pozas siguiendo una pista paralela al río en el margen derecho aguas abajo. Las pozas se van alternando con zonas de corrientes rápidas, donde nos será más complicado pescar.
Pronto la pista llega a un pequeño puente encima de una poza por el que tendremos que cruzar para situarnos en el margen izquierdo aguas abajo; a partir de aquí es más que recomendable llevar el vadeador, ya que salvo que conozcamos muy bien la zona o el río tenga muy poco caudal, tendremos que meternos de vez en cuando en el agua para proseguir.
Una vez llegados al “Molino de la Aceña” encontraremos más tablas donde poder pescar; suele ser un buen sitio para intentarlo a mosca.
Si proseguimos, durante el próximo kilómetro, se seguirán alternando las pozas con pequeños saltos de agua, tablas y zonas de corrientes rápidas. Este kilometro es posiblemente el más escarpado y el que tiene los accesos más alejados, si llevamos mucho material puede llegar a ser fatigoso.
Finalmente, llegaremos en la zona donde desemboca el pequeño Arroyo de la huelga a una larga pradera con varias tablas y mucho más cómoda de andar, esta está inmediatamente anterior a la zona de “Los Huertos” donde acaba el coto. Hasta este punto, podemos acercarnos también en coche a través del Camino de Bocanegra que conecta con la carretera M-538.
El camino mencionado anteriormente, no se halla en muy buen estado, un utilitario podría sufrir daños en los bajos por lo que es recomendable acceder solo con SUV o 4×4. Si está embarrado o ha llovido, es mejor no pasar del punto indicado en el mapa de más abajo con nuestro vehículo salvo que sea 4×4, ya que, si no, bajar bajaremos, pero subir ya será otro cantar.
Además de haber algún barbo, si pescamos muy fino, puede darnos una sorpresa algúna boga.
Hermoso pantano de 7,2 hm³ en plena sierra de Madrid, cercano al pueblo de Guadarrama.
El Embalse de La Jarosa era uno de los tres cotos de truchas arcoíris que continuaban en activo en la Comunidad de Madrid. Se realizaban sueltas aproximadamente cada tres semanas en la entrada de los diferentes arroyos; no obstante, en esta temporada (2024) ha cambiado el modelo de gestión. Debido a las trabas legislativas de la Comunidad de Madrid -por las cuales se limita enormemente la cantidad de truchas que se pueden soltar- sumado al alza de precios de las sueltas, el modelo ejecutado hasta ahora ha terminado no siendo viable. Una vez más, nos preguntamos en qué destina La Comunidad el dinero de nuestras licencias y pases de pesca, ya que, hasta donde sabemos, no se están realizando repoblaciones de especies autóctonas ni apoyando a las asociaciones de pescadores en ningún sitio. El día en el que no quede una sola trucha en la provincia, tal vez alguien se lleve las manos a la cabeza (o tal vez ni así).
Las truchas se enfrentaban a un acérrimo enemigo en este embalse: el lucio. Este alcanza grandes tamaños gracias a su perfecta adaptación al medio y a la constante vía de alimento de las sueltas. Es bien sabido que en sus aguas los hay que arrojan dos cifras en la báscula, pero cuenta la leyenda que un día apareció muerto en la orilla uno de más de 20 kilos. ¿Quién dice que no habrá otro?
La pesca se veía muy polarizada entre estas dos especies, diferenciando rápidamente a los pescadores de unos y otros por el tamaño de los señuelos. En el caso de la trucha, esta picará a moscas, ninfas, streamers, lombrices, pequeños vinilos, cucharillas, imitaciones de huevas… Mientras que para los lucios, deberemos irnos a cosas más grandes: los swimmbaitsde hasta 200 g son usados aquí, aunque si queremos capturar uno de ellos probablemente nos baste con utilizar vinilos grandes, spinners o cucharillas del 4 o más.
Es sabido que los esócidos reposan por lo general en las inmediaciones de la presa, donde encuentran más profundidad y orillas con cortados, pero, según se acerca la freza y los meses de calor, van desplazándose y haciendo incursiones hacia el resto del pantano en busca de alimento. A veces, este proceso se adelanta puntualmente tras la realización de una suelta, donde no es raro ver a grandes lucios persiguiendo e incluso atacando a las truchas.
El nuevo modelo de gestión se orienta hacia la pesca de otras especies presentes en la masa de agua, como son la carpa, el lucio y -en menor medida- la tenca y el barbo. Se ha realizado una modificación en la orden de vedas para que sea posible pescar con dos cañas a pesar de continuar considerándose zona truchera. Asimismo, se han realizado una serie de modificaciones para adaptarse al nuevo tipo de pesca promovido:
Cebos: solo se permiten como cebos de anzuelo los boilies naturales, maíz, lombriz de tierra y cebos artificiales (pop up, maíz artificial, mosca, streamers, etc.). Está prohibido el uso de pellets, boilies solubles, líquidos, dips, engodos, chufas, etc.
Otras regulaciones:obligatoria la pesca al “hair” (anzuelo desnudo). No se permite el uso de sacos de retención.
Las carpas en La Jarosa alcanzan grandes tamaños, pero, al ser zona truchera, no se pueden hacer cebaderos. Esto hace que no sea tarea fácil pescarlas, aunque, si lo conseguimos, difícilmente podremos olvidar ese gran momento.
El cangrejo rojo tiene bastante presencia en el pantano: en verano lo veremos fácilmente por las orillas y, si no conseguimos pescar, tal vez nos podamos consolar cogiendo unos pocos para cocinarlos en salsa de tomate -teniendo en cuenta que la veda del cangrejo se abre el 1 de junio-.
El coto está gestionado por “La Asociación de Pescadores la Jarosa”, cuya web es https://pescalajarosa.es/ En esta web, podremos solicitar nuestro pase diario online, cuyo precio actual ronda los 8 €. Existen permisos de precio reducido para menores de edad, jubilados, personas con discapacidad y ribereños. Se han confeccionado tutoriales para guiarnos si lo necesitamos a la hora de sacar el permiso; se pueden visualizar en el siguiente enlace: https://pescalajarosa.es/tutoriales/
El recinto está, por tanto, controlado por guardias de la asociación, que además de revisar que los pescadores tengan su permiso, mantienen el lugar en un perfecto estado, y no dudarán en ayudarnos y aconsejarnos para que podamos disfrutar de nuestro día de pesca.
Los días hábiles para la pesca son L, X, J, V, S y D, estando el martes vedado y siendo el miércoles exclusivo de pesca sin muerte. Existe, además, una zona sin muerte permanente, que va desde el muro de refuerzo (cerca del cual no se puede pescar) hasta el primer arroyo. En el resto del perímetro podremos practicar pesca con o sin muerte, habiendo sido las zonas más fructíferas para truchas los cuatro arroyos que entran al embalse, especialmente el tercero, y -en las épocas de mayor calor- el cuarto, pues es el único que mantiene un flujo de agua en verano aportando oxigenación, alimento y mejor temperatura al agua gracias a un trasvase en túnel desde el Pantano de la Aceña.
Hay una pequeña carretera que bordea el pantano por la que podremos llegar cómodamente a las zonas de los arroyos; no obstante, está prohibido aparcar a los lados de esta y si lo hacemos podremos afrontar una multa de 400 €. Es por ello que se recomienda usar los diferentes parkings que hay habilitados.
Por último, como curiosidad, en su entorno podemos ver los restos de la espadaña de la Ermita de San Macario perteneciente al antiguo asentamiento del Berrueco de la Herrería. Dicho asentamiento, cuya antigüedad data al menos del siglo XIII, fue abandonado en el siglo XVII sin que hayan trascendido las causas, y ahora descansa junto a una tejera (fabrica de tejas y ladrillos) en las profundidades del pantano. En épocas de estío es posible ver restos de los muros pertenecientes al poblado.
Estamos ante el embalse más grande de la Comunidad de Madrid, no en vano se ha ganado el sobrenombre de “El mar de Madrid” con 426 hm3 de capacidad. Tiene una imponente presa de 134 m de altura desde cimientos que recibe las aguas del rio Lozoya y alberga casi la mitad de agua embalsada de la región.
Es conocido por los pescadores por ser un embalse difícil donde las capturas pueden llegar a ser complicadas, no obstante, cada una de ellas nos dará una gran satisfacción. Si queremos ir a pescar a este hermoso lugar –declarado de aguas libres-, debemos saber que sus orillas y rincones tienen en general un acceso complicado, y en muchos casos deberemos caminar veinte o treinta minutos hasta llegar al agua desde donde podemos dejar el coche. Es por ello por lo que conviene ir ligero, sin mucho material. El vadeador no es necesario en la mayor parte pantano.
Esto, que en principio es un inconveniente, también puede ser algo positivo, pues en no muchos lugares encontraremos tantas reculas y escondrijos donde nadie a buen seguro nadie ha puesto un pie en varias semanas.
Está prohibida la circulación de vehículos en los caminos entre Cervera de Buitrago y el pueblo del Atazar, en este último hay incluso una cámara instalada para leer las matrículas. Tampoco podremos aparcar en el restaurante “El Picachuelo” salvo que seamos clientes, bajo el riesgo de encontrarnos una desagradable sorpresa en el parabrisas.
La zona cercana a El Berrueco es la más accesible, pero en los meses de verano encontraremos muchos bañistas (a pesar de ser una actividad prohibida en este pantano).
Las especies más abundantes son el alburno y el barbo, a los que veremos sin mucha dificultad patrullando las orillas. Este último, es pescado muy habitualmente con pan a flote o con diferentes cebos a fondo. Otros peces que disfrutan de este mar de interior son; el lucio, el blackbass, la trucha común, la carpa común, la carpa royal, el carpín, la boga, el gobio y la percasol.
Particularmente, creo que este lugar, además de poseer una enorme belleza tiene algo mágico que nos devuelve a la pesca más pura en soledad, pudiendo descubrir por nosotros mismos rincones increíbles donde obtener trofeos inolvidables. Los ejemplares que habitan en sus aguas son a veces un misterio, pues con tanta agua y lugares donde esconderse podría haber auténticos colosos escondidos.
Sobre zonas, a los depredadores tendremos que buscarlos en las reculas y cortados, la entrada del río de la puebla es un buen sitio donde tentarlos. En cuanto a los ciprínidos, podremos hacer un cebadero en cualquier zona de playa que dará buenos resultados, no hace falta buscar mucha profundidad pues a veces pasean a dos metros de la orilla.
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