Por desgracia, tenemos que hacernos eco de esta noticia: tras un cierre abrupto del canal que une los embalses de Entrepeñas y Buendía, han quedado cientos de peces atrapados, intentando sobrevivir en apenas unos centímetros de agua. La rápida difusión en canales de pesca ha hecho que muchos pescadores acudieran con sus vadeadores y sacaderas a auxiliar a los peces. Un miembro de la CHT comentó en televisión que no había muerto ningún pez, pero, a tenor de las imágenes, queda patente, una vez más, el pésimo tratamiento y gestión de los entornos fluviales que se está realizando por algunas confederaciones, siendo la del Tajo una de las más cuestionadas en los últimos años.
Entre las especies atrapadas se hallan carpas —en cuyo origen exótico podrían escudarse para no relocalizarlas—, pero también un buen número de barbos. Peces exóticos o no, tampoco es admisible dejar a cientos de ellos morir y pudrirse al sol, por infinidad de razones.